Nueva Biblia Latinoamericana
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte (unidad militar Romana) llamada la Italiana, (Hechos 10:1)
piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo Judío y oraba a Dios continuamente. (Hechos 10:2)
Como a la hora novena (3 p.m.), vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a donde él estaba y le decía: "Cornelio." (Hechos 10:3)
Mirándolo fijamente y atemorizado, Cornelio dijo: "¿Qué quieres, Señor?" Y el ángel le dijo: "Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios.
Envía ahora algunos hombres a Jope, y manda traer a un hombre llamado Simón, que también se llama Pedro. (Hechos 10:5)
Este se hospeda con un curtidor llamado Simón, cuya casa está junto al mar." (Hechos 10:6)
Después que se había ido el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían. (Hechos 10:7)

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Hechos 10:4 - Referencia Cruzada

¿Quién eres, Señor?" preguntó Saulo. El Señor respondió: "Yo soy Jesús a quien tú persigues; (Hechos 9:5)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al SEÑOR, y El le habló y le dio una señal. (2 Crónicas 32:24)
De la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. (Apocalipsis 8:4)
No he hablado en secreto, En alguna tierra oscura; No dije a la descendencia de Jacob: 'Búsquenme en lugar desolado.' Yo, el SEÑOR, hablo justicia Y declaro lo que es recto. (Isaías 45:19)
Pero lo he recibido todo y tengo abundancia. Estoy bien abastecido, habiendo recibido de Epafrodito lo que han enviado: fragante aroma, sacrificio aceptable, agradable a Dios. (Filipenses 4:18)
Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso, El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde. (Salmos 141:2)
Daniel, hombre muy estimado, entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie, porque ahora he sido enviado a ti," me dijo. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando. (Daniel 10:11)
Entonces los que temían (reverenciaban) al SEÑOR se hablaron unos a otros, y el SEÑOR prestó atención y escuchó, y fue escrito delante de El un libro memorial para los que temen (reverencian) al SEÑOR y para los que estiman Su nombre. (Malaquías 3:16)
En verdad les digo, que dondequiera que este evangelio se predique, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho, en memoria de ella." (Mateo 26:13)
Estando ellas aterrorizadas e inclinados sus rostros a tierra, ellos les dijeron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? (Lucas 24:5)
Entonces vino el SEÑOR y se detuvo, y llamó como en las otras ocasiones: "¡Samuel, Samuel!" Y Samuel respondió: "Habla, que Tu siervo escucha." (1 Samuel 3:10)
Ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste. (Lucas 1:29)
y dijo: 'Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios. (Hechos 10:31)
escucha Tú desde los cielos, desde el lugar de Tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero Te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre, para que Te teman (reverencien), como Te teme Tu pueblo Israel, y para que sepan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado. (2 Crónicas 6:33)
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. (Filipenses 4:6)
Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. (Lucas 1:12)
Y no se olviden ustedes de hacer el bien y de la ayuda mutua (compartir), porque de tales sacrificios se agrada Dios. (Hebreos 13:16)
Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso; Habla tú para justificarte. (Isaías 43:26)
Y yo dije: '¿Qué debo hacer, Señor?' Y el Señor me dijo: 'Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas.' (Hechos 22:10)
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. (Hebreos 6:10)