Nueva Biblia Latinoamericana
Pero cuando los hermanos lo supieron, lo llevaron a Cesarea, y de allí lo enviaron a Tarso. (Hechos 9:30)
Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo. (Hechos 9:31)
Mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos que vivían en Lida. (Hechos 9:32)
Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico.
Y Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama." Y al instante se levantó. (Hechos 9:34)
Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor. (Hechos 9:35)
Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido al Griego es Dorcas; esta mujer era rica en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. (Hechos 9:36)

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Hechos 9:33 - Referencia Cruzada

Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en el día de reposo?" (Lucas 13:16)
Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?" "Desde su niñez," respondió. (Marcus 9:21)
Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. (Marcus 5:25)
Estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. (Juan 5:5)
Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo. (Hechos 3:2)
porque el hombre en quien se había realizado este milagro (esta señal) de sanidad tenía más de cuarenta años. (Hechos 4:22)
Entonces vinieron y Le trajeron un paralítico llevado entre cuatro hombres. (Marcus 2:3)
Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. (Hechos 14:8)
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. (Juan 9:1)
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Pregúntenle a él; ya es mayor de edad, él hablará por sí mismo." (Juan 9:21)