Pero Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.
(Hechos 8:40)Saulo (Pablo), respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,
(Hechos 9:1)y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
(Hechos 9:2)Y mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció a su alrededor una luz del cielo.
Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?"
(Hechos 9:4)¿Quién eres, Señor?" preguntó Saulo. El Señor respondió: "Yo soy Jesús a quien tú persigues;
(Hechos 9:5)levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer."
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Hechos 9:3 - Referencia Cruzada
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
(Apocalipsis 21:23)Cubriéndote de luz como con un manto, Extendiendo los cielos como una cortina.
(Salmos 104:2)Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi alrededor.
(Hechos 22:6)Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.
(1 Corintios 15:8)el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El sea la honra y el dominio eterno. Amén.
(1 Timoteo 6:16)Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.
(Apocalipsis 22:5)Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo."
(Hechos 9:17)Ocupado en esto, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes,
(Hechos 26:12)