Nueva Biblia Latinoamericana
Jesús le dijo: "¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?" (Juan 11:40)
Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos, y dijo: "Padre, Te doy gracias porque Me has oído. (Juan 11:41)
Yo sabía que siempre Me oyes; pero Lo dije por causa de la multitud que Me rodea, para que crean que Tú Me has enviado." (Juan 11:42)
Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: "¡Lázaro, sal fuera!"
Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo, y déjenlo ir." (Juan 11:44)
Por esto muchos de los Judíos que habían venido a ver a María, y vieron lo que Jesús había hecho, creyeron en El. (Juan 11:45)
Pero algunos de ellos fueron a los Fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. (Juan 11:46)

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Juan 11:43 - Referencia Cruzada

Al ver esto, Pedro dijo al pueblo: "Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran así, como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar? (Hechos 3:12)
Pero Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!" (Hechos 3:6)
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: "Joven, a ti te digo: ¡Levántate!" (Lucas 7:14)
Pero Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: "Tabita, levántate." Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. (Hechos 9:40)
Entonces se tendió tres veces sobre el niño, y clamó al SEÑOR: "Oh SEÑOR, Dios mío, Te ruego que el alma de este niño vuelva a él." (1 Reyes 17:21)
Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: "¿Quién, pues, es Este que aun el viento y el mar Le obedecen?" (Marcus 4:41)
Y Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama." Y al instante se levantó. (Hechos 9:34)
Y entrando, cerró la puerta tras ambos y oró al SEÑOR. (2 Reyes 4:33)