Y había mucha murmuración entre la gente acerca de El. Unos decían: "El es bueno." Otros decían: "No, al contrario, extravía a la gente."
(Juan 7:12)
Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de El por miedo a los Judíos.
(Juan 7:13)
A la mitad de la fiesta, Jesús subió al templo y se puso a enseñar.
(Juan 7:14)
Entonces los Judíos se maravillaban, diciendo: "¿Cómo puede Este saber de letras sin haber estudiado?"
Jesús entonces les respondió: "Mi enseñanza no es Mía, sino del que Me envió.
(Juan 7:16)
Si alguno está dispuesto a hacer la voluntad de Dios, sabrá si Mi enseñanza es de Dios o si hablo de Mí mismo.
(Juan 7:17)
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero Aquél que busca la gloria del que Lo envió, El es verdadero y no hay injusticia en El.
(Juan 7:18)
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Juan 7:15 - Referencia Cruzada
Todos los que Le oían estaban asombrados de Su entendimiento y de Sus respuestas.
(Lucas 2:47)
Entonces Amós le respondió a Amasías: "Yo no soy profeta, ni hijo de profeta, sino que soy boyero y cultivador de higueras.
(Amós 7:14)
Al oír esto, las multitudes se admiraban de Su enseñanza.
(Mateo 22:33)
Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: "¿Dónde obtuvo Este tales cosas, y cuál es esta sabiduría que Le ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos?
(Marcus 6:2)
Este Jesús es la PIEDRA DESECHADA por ustedes LOS CONSTRUCTORES, pero QUE HA VENIDO A SER LA PIEDRA ANGULAR.
(Hechos 4:11)
Al oír esto, se maravillaron; Lo dejaron y se fueron.
(Mateo 22:22)
Cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se admiraban de Su enseñanza;
(Mateo 7:28)
Mientras Pablo decía esto en su defensa, Festo dijo a gran voz: "¡Pablo, estás loco! ¡Tu mucho saber te está haciendo perder la cabeza!"
(Hechos 26:24)
Estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: "Miren, ¿no son Galileos todos estos que están hablando?
(Hechos 2:7)
Y llegando a Su pueblo, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban y decían: "¿Dónde obtuvo Este tal sabiduría y estos poderes milagrosos?
(Mateo 13:54)
Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: "¿No es éste el hijo de José?"
(Lucas 4:22)
Este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron sacerdotes y Levitas de Jerusalén (Ciudad de Paz) a preguntarle: "¿Quién eres tú?"
(Juan 1:19)
Los guardias respondieron: "¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!"
(Juan 7:46)