Nueva Biblia Latinoamericana
Jesús respondió: "En verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. (Juan 3:5)
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. (Juan 3:6)
No te asombres de que te haya dicho: 'Tienen que nacer de nuevo.' (Juan 3:7)
El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquél que es nacido del Espíritu."
Nicodemo Le preguntó: "¿Cómo puede ser esto? (Juan 3:9)
Jesús le respondió: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? (Juan 3:10)
En verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no reciben nuestro testimonio. (Juan 3:11)

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Juan 3:8 - Referencia Cruzada

Ahora los hombres no ven la luz que brilla en el firmamento; Pero pasa el viento y lo despeja. (Job 37:21)
Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso Que encrespó las olas del mar. (Salmos 107:25)
Cambió la tempestad en suave brisa Y las olas del mar se calmaron. (Salmos 107:29)
El que observa el viento no siembra, Y el que mira las nubes no siega. (Eclesiastés 11:4)
Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno. (Lucas 6:43)
El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. (1 Juan 3:8)
¿Sabes tú la posición de las densas nubes, Maravillas del perfecto en conocimiento, (Job 37:16)
Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. (Hechos 4:31)
Si saben que El es justo, saben también que todo el que hace justicia es nacido de El. (1 Juan 2:29)
que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. (Juan 1:13)
Del soplo de Dios se forma el hielo, Y se congela la extensión de las aguas. (Job 37:10)
Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. (1 Corintios 2:11)
Entonces El me dijo: "Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dile al espíritu: 'Así dice el Señor DIOS: "Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán."'" (Ezequiel 37:9)
Porque como los cielos son más altos que la tierra, Así Mis caminos son más altos que sus caminos, Y Mis pensamientos más que sus pensamientos. (Isaías 55:9)
Jesús decía también: "El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, (Marcus 4:26)
y de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados. (Hechos 2:2)
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según Su voluntad. (1 Corintios 12:11)