Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús Le dijo: "No tienen vino."
(Juan 2:3)Y Jesús le dijo: "Mujer, ¿qué nos interesa esto a ti y a Mí? Todavía no ha llegado Mi hora."
(Juan 2:4)Su madre dijo a los que servían: "Hagan todo lo que El les diga."
(Juan 2:5)Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los Judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros (unos 100 litros).
Jesús les dijo: "Llenen de agua las tinajas." Y las llenaron hasta el borde.
(Juan 2:7)Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo." Y se lo llevaron.
(Juan 2:8)El mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde era, pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían. Entonces el mayordomo llamó al novio,
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Juan 2:6 - Referencia Cruzada
Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la Ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua y lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo,
(Hebreos 9:19)de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
(Hebreos 6:2)y vieron que algunos de Sus discípulos comían el pan con manos inmundas, es decir, sin lavar.
(Marcus 7:2)para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,
(Efesios 5:26)acerquémonos con corazón sincero (verdadero), en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
(Hebreos 10:22)Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un Judío acerca de la purificación.
(Juan 3:25)ya que tienen que ver sólo con comidas y bebidas, y diversos lavamientos, ordenanzas para el cuerpo impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas .
(Hebreos 9:10)