Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador.
(Hebreos 9:16)
Pues un testamento (pacto) es válido sólo en caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive el testador.
(Hebreos 9:17)
Por tanto, ni aun el primer pacto se inauguró sin sangre.
(Hebreos 9:18)
Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la Ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua y lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo,
diciendo: "ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE DIOS LES ORDENO A USTEDES."
(Hebreos 9:20)
De la misma manera roció con sangre el tabernáculo y todos los utensilios del ministerio.
(Hebreos 9:21)
Y según la Ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
(Hebreos 9:22)
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Hebreos 9:19 - Referencia Cruzada
entonces el sacerdote mandará tomar dos avecillas vivas y limpias, madera de cedro, un cordón escarlata e hisopo para el que ha de ser purificado.
(Levítico 14:4)
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
(Salmos 51:7)
Después de haberse burlado de Jesús, Le quitaron el manto de púrpura, Le pusieron Sus ropas y Lo sacaron para que fuera crucificado.
(Marcus 15:20)
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel.
(Hebreos 12:24)
Y una persona limpia tomará hisopo y lo mojará en el agua, y lo rociará sobre la tienda y sobre todos los muebles, y sobre las personas que estuvieron allí y sobre aquél que tocó el hueso, o al muerto, o al que moría por causas naturales, o la tumba.
(Números 19:18)
El sacerdote tomará madera de cedro, e hisopo y escarlata, y los echará en medio del fuego en que arde la novilla.
(Números 19:6)
Entonces, para purificar la casa, tomará dos avecillas, madera de cedro, un cordón escarlata e hisopo,
(Levítico 14:49)
Ciertamente El asombrará a muchas naciones, Los reyes cerrarán la boca ante El. Porque lo que no les habían contado verán, Y lo que no habían oído entenderán.
(Isaías 52:15)
Y cuando Jesús salió fuera, llevaba la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: "¡Aquí está el Hombre!"
(Juan 19:5)
Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré.
(Ezequiel 36:25)
Después de quitarle la ropa, Le pusieron encima un manto escarlata.
(Mateo 27:28)
Pero si su ofrenda para holocausto es del rebaño, de los corderos o de las cabras, ofrecerá un macho sin defecto.
(Levítico 1:10)
Tomará además de la sangre del novillo y la rociará con su dedo en el lado oriental del propiciatorio; también delante del propiciatorio rociará de la sangre siete veces con su dedo.
(Levítico 16:14)
entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna.
(Hebreos 9:12)
Tomarán un manojo de hisopo, y lo mojarán en la sangre que está en la vasija, y untarán con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta. Ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.
(Éxodo 12:22)
Pero si su ofrenda como sacrificio de las ofrendas de paz para el SEÑOR es del rebaño, sea macho o hembra, sin defecto la ofrecerá.
(Levítico 3:6)
Lo vistieron de púrpura, y después de tejer una corona de espinas, se la pusieron;
(Marcus 15:17)
Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.
(Hebreos 10:4)
Y envió jóvenes Israelitas, que ofrecieron holocaustos y sacrificaron novillos como ofrendas de paz al SEÑOR.
(Éxodo 24:5)
Di a los Israelitas: 'Cuando alguien de ustedes traiga una ofrenda al SEÑOR, traerán su ofrenda de animales del ganado o del rebaño.
(Levítico 1:2)
Y los soldados tejieron una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza y Lo vistieron con un manto de púrpura;
(Juan 19:2)
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con Su sangre: Que la gracia y la paz les sean multiplicadas a ustedes.
(1 Pedro 1:2)