Nueva Biblia Latinoamericana
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: "Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU." Habiendo dicho esto, expiró. (Lucas 23:46)
Al ver el centurión lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: "Ciertamente, este hombre era inocente (justo)." (Lucas 23:47)
Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho. (Lucas 23:48)
Pero todos los conocidos de Jesús y las mujeres que Lo habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.
Había un hombre llamado José, miembro del Concilio (Sanedrín), varón bueno y justo, (Lucas 23:50)
el cual no había estado de acuerdo con el plan y el proceder de los demás, que era de Arimatea, ciudad de los Judíos, y que esperaba el reino de Dios. (Lucas 23:51)
Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, (Lucas 23:52)

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Lucas 23:49 - Referencia Cruzada

Y María Magdalena y María, la madre de José, miraban para saber dónde Lo ponían. (Marcus 15:47)
Y las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo. (Lucas 23:55)
Has alejado de mí al compañero y al amigo; Mis conocidos están en tinieblas. (Salmos 88:18)
Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que estaban María Magdalena, María, la madre de Jacobo (Santiago) el menor y de José, y Salomé, (Marcus 15:40)
Mira a la derecha, y ve, Porque no hay quien me tome en cuenta; No hay refugio para mí; No hay quien cuide de mi alma. (Salmos 142:4)
y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; (Lucas 8:2)
Por eso los principales sacerdotes de los Judíos decían a Pilato: "No escribas, 'el Rey de los Judíos;' sino que El dijo: 'Yo soy Rey de los Judíos.'" (Juan 19:21)
Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos. (Mateo 27:55)
Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis parientes se mantienen a distancia. (Salmos 38:11)
Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El. (Lucas 23:27)
María Magdalena estaba allí, y la otra María, sentadas frente al sepulcro. (Mateo 27:61)
El ha alejado de mí a mis hermanos, Y mis conocidos se han apartado completamente de mí. (Job 19:13)