Nueva Biblia Latinoamericana
Sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado. (Lucas 16:22)
En el Hades (la región de los muertos) el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. (Lucas 16:23)
Y gritando, dijo: 'Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama.' (Lucas 16:24)
Pero Abraham le dijo: 'Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes, y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú estás en agonía.
Además de todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieran pasar de aquí a ustedes no pueden, y tampoco nadie puede cruzar de allá a nosotros.' (Lucas 16:26)
Entonces él dijo: 'Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, (Lucas 16:27)
pues tengo cinco hermanos, de modo que él los prevenga, para que ellos no vengan también a este lugar de tormento.' (Lucas 16:28)

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Lucas 16:25 - Referencia Cruzada

Pasan sus días en prosperidad, Pero de repente descienden al Seol (región de los muertos). (Job 21:13)
En el Hades (la región de los muertos) el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. (Lucas 16:23)
Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno, (Marcus 9:45)
Líbrame de los hombres, con Tu mano, oh SEÑOR, De los hombres del mundo, cuya herencia está en esta vida, Y cuyo vientre llenas de Tu tesoro. Se llenan de hijos, Y dejan lo que les abunda a sus pequeños. (Salmos 17:14)
Pero usted, su hijo (descendiente) Belsasar, no se ha humillado su corazón aunque sabía todo esto, (Daniel 5:22)
Jerusalén recuerda en los días de su aflicción y de su vagar Todos sus tesoros Que existían desde los tiempos antiguos, Cuando su pueblo cayó en mano del adversario Sin que nadie la ayudara. Al verla sus adversarios, Se burlaron de su ruina. (Lamentaciones 1:7)
fortaleciendo los ánimos (las almas) de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." (Hechos 14:22)
Miren, estos son los impíos, Y, siempre desahogados, han aumentado sus riquezas. (Salmos 73:12)
El había llenado de bienes sus casas, Pero el consejo de los malos está lejos de mí. (Job 22:18)
Aquella misma noche fue asesinado Belsasar, rey de los Caldeos. (Daniel 5:30)
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:15)
Y un pobre llamado Lázaro que se tiraba en el suelo a su puerta cubierto de llagas, (Lucas 16:20)
He visto al impío, violento, Extenderse como frondoso árbol en su propio suelo. (Salmos 37:35)
Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus moradas por todas las generaciones; A sus tierras han dado sus nombres. (Salmos 49:11)
a fin de que nadie se inquiete (se engañe) por causa de estas aflicciones, porque ustedes mismos saben que para esto hemos sido destinados. (1 Tesalonicenses 3:3)
escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado. (Hebreos 11:25)
Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo." (Juan 16:33)
cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. (Filipenses 3:19)
Y le respondí: "Señor mío, usted lo sabe." Y él me dijo: "Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Apocalipsis 7:14)
Los ojos se les saltan de gordura; Se desborda su corazón con sus antojos. (Salmos 73:7)
La mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la Ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, (Romanos 8:7)
Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo. (Lucas 6:24)