Nueva Biblia Latinoamericana
Pero El respondió: "Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal (ningún milagro) se le dará, sino la señal de Jonás el profeta; (Mateo 12:39)
porque como ESTUVO JONAS EN EL VIENTRE DEL MONSTRUO MARINO TRES DIAS Y TRES NOCHES, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra. (Mateo 12:40)
Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y miren, algo más grande que Jonás está aquí. (Mateo 12:41)
La Reina del Sur se levantará con esta generación en el juicio y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y miren, algo más grande que Salomón está aquí.
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla. (Mateo 12:43)
Entonces dice: 'Volveré a mi casa de donde salí'; y cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. (Mateo 12:44)
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus más depravados que él, y entrando, moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero. Así será también con esta generación perversa." (Mateo 12:45)

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Mateo 12:42 - Referencia Cruzada

Y se oyó una voz de los cielos que decía: "Este es Mi Hijo amado en quien Me he complacido." (Mateo 3:17)
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer. (Juan 1:18)
Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y miren, algo más grande que Jonás está aquí. (Mateo 12:41)
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón. (2 Crónicas 9:1)
Mientras estaba aún hablando, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube, diciendo: "Este es Mi Hijo amado en quien Yo estoy complacido; óiganlo a El." (Mateo 17:5)
Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?" (1 Reyes 3:9)
Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar. (1 Reyes 4:29)
he hecho, pues, conforme a tus palabras. Te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti. (1 Reyes 3:12)
en estos últimos días nos ha hablado por Su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. (Hebreos 1:2)
La Reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y miren, algo más grande que Salomón está aquí. (Lucas 11:31)
Por tanto, el Señor mismo les dará esta señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y Le pondrá por nombre Emmanuel (Dios con nosotros). (Isaías 7:14)
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (Isaías 9:6)
el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, (Filipenses 2:6)
Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría. (1 Reyes 4:34)
Y toda la tierra procuraba ver a Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón. (1 Reyes 10:24)
El se levantó y fue. Y había un eunuco Etíope, alto oficial de Candace, reina de los Etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar. (Hechos 8:27)
El Verbo (La Palabra) se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito (único) del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarlo con preguntas difíciles. (1 Reyes 10:1)
Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron (respetaron) al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia. (1 Reyes 3:28)
El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto. (1 Reyes 5:12)