Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado."
(Mateo 12:37)
Entonces algunos de los escribas y Fariseos dijeron a Jesús: "Maestro, queremos ver una señal (un milagro) de parte Tuya."
(Mateo 12:38)
Pero El respondió: "Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal (ningún milagro) se le dará, sino la señal de Jonás el profeta;
(Mateo 12:39)
porque como ESTUVO JONAS EN EL VIENTRE DEL MONSTRUO MARINO TRES DIAS Y TRES NOCHES, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra.
Los hombres de Nínive se levantarán con esta generación en el juicio y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y miren, algo más grande que Jonás está aquí.
(Mateo 12:41)
La Reina del Sur se levantará con esta generación en el juicio y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y miren, algo más grande que Salomón está aquí.
(Mateo 12:42)
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso y no lo halla.
(Mateo 12:43)
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Mateo 12:40 - Referencia Cruzada
y le dijeron: "Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aún vivía, dijo: 'Después de tres días resucitaré.'
(Mateo 27:63)
y dijo: "En mi angustia clamé al SEÑOR, Y El me respondió. Desde el seno del Seol (región de los muertos) pedí auxilio, Y Tú escuchaste mi voz.
(Jonás 2:2)
Y el SEÑOR dispuso un gran pez que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.
(Jonás 1:17)
y diciendo: "Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a Ti mismo. Si Tú eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz."
(Mateo 27:40)
Pero los que buscan mi vida para destruirla, Caerán a las profundidades de la tierra.
(Salmos 63:9)
Lo matarán, y al tercer día resucitará." Y ellos se entristecieron mucho.
(Mateo 17:23)
Jesús les respondió: "Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré."
(Juan 2:19)
Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras (cuevas) y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza."
(Mateo 8:20)
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
(Mateo 16:21)