Y Jesús le dijo: "Yo iré y lo sanaré."
(Mateo 8:7)Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que Tú entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado quedará sano.
(Mateo 8:8)Porque yo también soy hombre bajo autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a éste: 'Ve,' y va; y al otro: 'Ven,' y viene; y a mi siervo: 'Haz esto,' y lo hace."
(Mateo 8:9)Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que Lo seguían: "En verdad les digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande.
Y les digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
(Mateo 8:11)Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes."
(Mateo 8:12)Entonces Jesús dijo al centurión: "Vete; así como has creído, te sea hecho." Y el criado fue sanado en esa misma hora.
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Mateo 8:10 - Referencia Cruzada
Al ver Jesús la fe de ellos, dijo: "Hombre, tus pecados te son perdonados."
(Lucas 5:20)Entonces Jesús le dijo: "Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento.
(Mateo 15:28)Estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.
(Marcus 6:6)Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz."
(Lucas 7:50)Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que Lo seguía: "Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande."
(Lucas 7:9)