Orar con tanta fe que ya no es necesario orar
Dr. Roberto MirandaRESUMEN:
En Lucas 7, vemos la historia del centurión que pidió a Jesús que sanara a su siervo. La sencillez de su fe es lo que se destaca en este pasaje. A veces hacemos la oración algo muy complicado y ritualista, pero la oración es sencilla cuando nos acercamos al Señor con confianza. El corazón de Dios es un corazón de padre, es un corazón generoso, tolerante, más de lo que pensamos. Lo que Dios quiere es que lleguemos a ese punto de reconocer que nadie tiene derecho a venir ante la presencia de Dios, pero Él nos ama y podemos entrar confiadamente a su presencia y pedirle. Dios nos pide solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarnos ante Él.
El pasaje de la sanidad del siervo del centurión muestra la sencillez del corazón de Dios y cómo la fe y la confianza en Él son lo que conmueve Su corazón. El centurión tenía un corazón noble y humilde, y su fe fue suficiente para acceder a la sanidad de su siervo. A veces, la oración más poderosa es la que no se dice verbalmente, sino la que está en el corazón con una fe profunda. Debemos confiar en Dios y descansar en Él, sabiendo que Él nos ama y quiere concedernos los anhelos de nuestro corazón. Se declara la bendición y la buena voluntad de Dios sobre la vida de los oyentes.Lucas, Capítulo 7, comenzando con el versículo 1. En este tiempo que estamos buscando el rostro del Señor con más fuerza, más poder esta semana, queremos renovar esa fe en nuestros corazones del poder de Cristo para vencer cualquier situación. Y para mí este texto que voy a leer ilustra algo, y es la sencillez de la oración. Ese es el enfoque que Dios ha puesto en mi corazón para este pasaje.
A veces hacemos la oración algo tan complicado y tan ritualista y como que le ponemos tantos requisitos, y en realidad la oración es algo sencillo cuando miramos este pasaje y podemos acercarnos al Señor con toda confianza, y en realidad lo que se necesita es algo muy sencillo para desatar el poder de Cristo en nuestras vidas.