Nueva Biblia Latinoamericana
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Y será que aún vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; (Zacarías 8:20)
y los habitantes de una irán a otra, diciendo: "Vamos sin demora a implorar el favor del SEÑOR, y a buscar al SEÑOR de los ejércitos. Yo también iré." (Zacarías 8:21)
Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al SEÑOR de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor del SEÑOR.' (Zacarías 8:22)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones tomarán el vestido de un Judío, diciendo: "Iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes."'"
Profecía de la palabra del SEÑOR contra la tierra de Hadrac y Damasco, su lugar de reposo (porque hacia el SEÑOR están puestos los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel), (Zacarías 9:1)
Y también contra Hamat, que linda con ella, Y contra Tiro y Sidón, aunque sean muy sabias. (Zacarías 9:2)
Tiro se ha edificado una fortaleza, Y ha amontonado plata como polvo Y oro como barro de las calles. (Zacarías 9:3)

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Zacarías 8:23 - Referencia Cruzada

Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, el cual dijo: "Tuyos somos, oh David, Y contigo estamos, hijo de Isaí. Paz, paz a ti, Y paz al que te ayuda; Ciertamente tu Dios te ayuda." Entonces David los recibió y los hizo capitanes del grupo. (1 Crónicas 12:18)
y dijo a los hombres: "Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes. (Josué 2:9)
de tal manera que incluso llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos. (Hechos 19:12)
Y acudirán las naciones a tu luz, Y los reyes al resplandor de tu amanecer. (Isaías 60:3)
El será nuestra paz. Cuando el Asirio invada nuestra tierra, Y cuando pisotee nuestros palacios, Levantaremos contra él Siete pastores y ocho príncipes del pueblo. (Miqueas 5:5)
Estas diez veces me han insultado, ¿No les da vergüenza perjudicarme? (Job 19:3)
Porque así nos lo ha mandado el Señor: 'TE HE PUESTO COMO LUZ PARA LOS GENTILES (LAS NACIONES), A FIN DE QUE LLEVES LA SALVACION HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA.'" (Hechos 13:47)
Así dice el SEÑOR: "Los productos de Egipto, la mercadería de Cus (Etiopía) Y los Sabeos, hombres de gran estatura, Pasarán a ti y tuyos serán. Detrás de ti caminarán, pasarán encadenados Y ante ti se inclinarán. Te suplicarán: 'Ciertamente Dios está contigo y no hay ningún otro, Ningún otro dios.'" (Isaías 45:14)
Cuando Samuel se volvía para irse, Saúl asió el borde de su manto, y éste se rasgó. (1 Samuel 15:27)
(porque oirán de Tu gran nombre, de Tu mano poderosa y de Tu brazo extendido); cuando venga a orar a esta casa, (1 Reyes 8:42)
Reparte tu porción con siete, o aun con ocho, Porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra. (Eclesiastés 11:2)
Tú llamarás a una nación que no conocías, Y una nación que no te conocía, correrá a ti A causa del SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel; Porque El te ha glorificado." (Isaías 55:5)
Pero Yo conozco sus obras y sus pensamientos. Llegará el tiempo de juntar a todas las naciones y lenguas, y vendrán y verán Mi gloria. (Isaías 66:18)
Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. (Apocalipsis 7:9)
Ciertamente todos los que han visto Mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto, y que Me han puesto a prueba estas diez veces y no han oído Mi voz, (Números 14:22)
se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. (Lucas 8:44)
Entonces Moisés dijo a Hobab, hijo de Reuel madianita, suegro de Moisés: "Nosotros salimos hacia el lugar del cual el SEÑOR dijo: 'Yo se lo daré a ustedes.' Ven con nosotros y te haremos bien, pues el SEÑOR ha prometido el bien a Israel." (Números 10:29)
y se lo dirán a los habitantes de esta tierra. Estos han oído que Tú, oh SEÑOR, estás en medio de Tu pueblo, porque Tú, oh SEÑOR, eres visto cara a cara cuando Tu nube está sobre ellos; y Tú vas delante de ellos de día en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego. (Números 14:14)
Así que guárdenlos y pónganlos por obra, porque ésta será su sabiduría y su inteligencia ante los ojos de los pueblos que al escuchar todos estos estatutos, dirán: 'Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.' (Deuteronomio 4:6)
Después vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua, y pueblo, (Apocalipsis 14:6)
Los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre ustedes. (1 Corintios 14:25)
Entonces Elías le dijo: "Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán." Pero Eliseo dijo: "Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti." Y los dos siguieron caminando. (2 Reyes 2:6)
Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?" (Mateo 18:21)
Estos veinte años he estado en tu casa. Catorce años te serví por tus dos hijas y seis por tu rebaño, y diez veces cambiaste mi salario. (Génesis 31:41)
Porque en aquel día siete mujeres echarán mano de un hombre, diciendo: "Nuestro pan comeremos y con nuestra ropa nos vestiremos; tan sólo déjanos llevar tu nombre. Quita nuestro oprobio." (Isaías 4:1)
Cuando un hombre eche mano a su hermano en la casa de su padre, le dirá: "Tú tienes manto, serás nuestro jefe, Y estas ruinas estarán bajo tu mando," (Isaías 3:6)
Y el rey dijo a Itai el Geteo: "¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el rey, porque eres un extranjero y también un desterrado; regresa a tu lugar. (2 Samuel 15:19)
Pero Rut le respondió: "No insistas en que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, yo iré, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. (Rut 1:16)
No obstante él me ha engañado, y ha cambiado mi salario diez veces; sin embargo, Dios no le ha permitido perjudicarme. (Génesis 31:7)