Porque voy a levantar a los Caldeos (Babilonios), Pueblo feroz e impetuoso, Que marcha por la anchura de la tierra Para apoderarse de moradas ajenas.
(Habacuc 1:6)Imponente y temible es; De él mismo proceden su justicia y su grandeza.
(Habacuc 1:7)Sus caballos son más veloces que leopardos Y más astutos que lobos al anochecer. Al galope vienen sus jinetes, Sus jinetes vienen de lejos, Vuelan como águila que se precipita a devorar.
(Habacuc 1:8)Vienen todos ellos para hacer violencia, Su horda de rostros avanza, Recoge cautivos como arena.
Se burla de los reyes, Y los gobernantes le son motivo de risa; Se ríe de toda fortaleza, Amontona escombros para tomarla.
(Habacuc 1:10)Entonces pasará como el viento y seguirá, Y se le tendrá por culpable, Porque hace de su poder su dios."
(Habacuc 1:11)¿No eres Tú desde la eternidad, Oh SEÑOR, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh SEÑOR, para juicio lo has puesto; Tú, oh Roca, lo has establecido para corrección.
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Habacuc 1:9 - Referencia Cruzada
Luchaste con él desterrándolo, expulsándolo. Con Su soplo violento El lo expulsó en el día del viento del este.
(Isaías 27:8)Aunque está plantada, ¿prosperará? Cuando el viento del este la azote, ¿no se secará totalmente? En los surcos donde creció se secará."'"
(Ezequiel 17:10)Si los contara, serían más que la arena; Al despertar aún estoy contigo.
(Salmos 139:18)Además, el vino traiciona al hombre arrogante, De modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol (región de los muertos), Y es como la muerte, que nunca se sacia; Reúne para sí todas las naciones, Y recoge para sí todos los pueblos.
(Habacuc 2:5)En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: "Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de Mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar,
(Jeremías 4:11)Voy a traer de lejos una nación contra ustedes, oh casa de Israel," declara el SEÑOR. Es una nación fuerte, Es una nación antigua, Una nación cuya lengua no conoces, Y no podrás entender lo que hable.
(Jeremías 5:15)Haré que sus viudas sean más numerosas Que la arena de los mares. Traeré contra la madre de sus jóvenes, Al destructor en pleno mediodía; De repente traeré sobre ella Angustia y pavor.
(Jeremías 15:8)Isaías también exclama en cuanto a Israel: "AUNQUE EL NUMERO DE LOS HIJOS DE ISRAEL SEA COMO LA ARENA DEL MAR, sólo EL REMANENTE SERA SALVO;
(Romanos 9:27)Ha salido el león de la espesura, Y el destructor de naciones se ha puesto en marcha; Ha salido de su lugar Para convertir tu tierra en desolación. Tus ciudades quedarán en ruinas, sin habitantes.
(Jeremías 4:7)Porque voy a levantar a los Caldeos (Babilonios), Pueblo feroz e impetuoso, Que marcha por la anchura de la tierra Para apoderarse de moradas ajenas.
(Habacuc 1:6)Entonces pensaba: 'En mi nido moriré, Y multiplicaré mis días como la arena.
(Job 29:18)Yo daré órdenes,' declara el SEÑOR, 'y los haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella, la tomarán y le prenderán fuego; y haré de las ciudades de Judá una desolación sin habitantes.'"
(Jeremías 34:22)Pero el número de los Israelitas Será como la arena del mar, Que no se puede medir ni contar; Y sucederá que en el lugar Donde se les dice: "No son Mi pueblo," Se les dirá: "Son hijos del Dios viviente."
(Oseas 1:10)Los Madianitas, los Amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar.
(Jueces 7:12)mandaré a buscar a todas las familias del norte,' declara el SEÑOR, 'y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, Mi siervo. Los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de alrededor; los destruiré por completo y los haré objeto de horror, de burla y de eterna desolación.
(Jeremías 25:9)Aunque él florezca entre los juncos, Vendrá el viento solano (del este), Viento del SEÑOR que sube del desierto, Su fuente se secará Y su manantial se agotará; Despojará su tesoro de todos los objetos preciosos.
(Oseas 13:15)Así José almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que dejó de medirlo porque no se podía medir.
(Génesis 41:49)Se comerá la cría de tu ganado y el fruto de tu suelo, hasta que seas destruido; tampoco te dejará grano, ni vino nuevo, ni aceite, ni el aumento de tu ganado, ni las crías de tu rebaño, hasta que te haya hecho perecer.
(Deuteronomio 28:51)Pero fue arrancada con furor, Derribada a tierra, Y el viento del este secó su fruto; Su rama fuerte fue quebrada Y se secó; El fuego la consumió.
(Ezequiel 19:12)