Nueva Biblia Latinoamericana
Por las calles corren furiosos los carros, Se precipitan por las plazas, Su aspecto es semejante a antorchas, Como relámpagos se lanzan. (Nahúm 2:4)
Se acuerda él de sus nobles Que tropiezan en su marcha, Se apresuran a su muralla, Y es preparada la defensa. (Nahúm 2:5)
Las compuertas de los ríos se abren, Y el palacio se llena de terror. (Nahúm 2:6)
Está decretado: La reina es despojada y deportada, Y sus sirvientas gimen como palomas, Golpeándose el pecho.
Aunque Nínive era como estanque de aguas desde la antigüedad; Ahora ellos huyen. "¡Deténganse! ¡Deténganse!" Pero nadie se vuelve. (Nahúm 2:8)
¡Saqueen la plata! ¡Saqueen el oro! No hay límite a los tesoros, A las riquezas de toda clase de objetos codiciables. (Nahúm 2:9)
¡Vacía está! Sí, desolada y desierta. Los corazones se derriten y las rodillas tiemblan; Hay también angustia en todo el cuerpo, Y los rostros de todos han palidecido. (Nahúm 2:10)

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Nahúm 2:7 - Referencia Cruzada

Golpéense el pecho, por los campos agradables, por la vid fructífera, (Isaías 32:12)
Todos nosotros gruñimos como osos, Y gemimos tristemente como palomas. Esperamos la justicia, pero no la hay, La salvación, pero está lejos de nosotros. (Isaías 59:11)
Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho. (Lucas 23:48)
Como una golondrina, como una grulla, así me quejo, Gimo como una paloma. Mis ojos miran ansiosamente a las alturas. Oh Señor, estoy oprimido, sé Tú mi ayudador. (Isaías 38:14)
Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El. (Lucas 23:27)