Así dice el SEÑOR acerca de los profetas Que hacen errar a mi pueblo, Los cuales cuando tienen algo que morder, Proclaman: "Paz." Pero contra aquél que no les pone nada en la boca, Declaran guerra santa.
(Miqueas 3:5)
Por tanto, para ustedes será noche sin visión, Y oscuridad sin adivinación. Se pondrá el sol sobre los profetas, Y se oscurecerá el día sobre ellos.
(Miqueas 3:6)
Los videntes serán avergonzados, Y confundidos los adivinos. Todos ellos se cubrirán la boca Porque no hay respuesta de Dios.
(Miqueas 3:7)
Yo, en cambio, estoy lleno de poder, Del Espíritu del SEÑOR, Y de juicio y de valor, Para dar a conocer a Jacob su rebelión, Y a Israel su pecado.
Oigan ahora esto, jefes de la casa de Jacob Y gobernantes de la casa de Israel, Que aborrecen la justicia (el derecho) Y tuercen todo lo recto,
(Miqueas 3:9)
Que edifican a Sion con sangre Y a Jerusalén con iniquidad.
(Miqueas 3:10)
Sus jefes juzgan por soborno, Sus sacerdotes enseñan por precio, Sus profetas adivinan por dinero, Y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: "¿No está el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno."
(Miqueas 3:11)
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Miqueas 3:8 - Referencia Cruzada
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: "Gobernantes y ancianos del pueblo (de Israel),
(Hechos 4:8)
Pero Pedro y Juan, les contestaron: "Ustedes mismos juzguen si es justo delante de Dios obedecer a ustedes en vez de obedecer a Dios.
(Hechos 4:19)
Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes.
(Hechos 7:51)
Pero cuando vio que muchos de los Fariseos y Saduceos venían para el bautismo, les dijo: "¡Camada de víboras! ¿Quién les enseñó a huir de la ira que está al venir?
(Mateo 3:7)
Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él, dijo:
(Hechos 13:9)
Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo, y Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por nombre Boanerges, que significa: "Hijos del Trueno");
(Marcus 3:17)
Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: "No temas, sigue hablando y no calles;
(Hechos 18:9)
porque les enseñaba como Uno que tiene autoridad, y no como sus escribas.
(Mateo 7:29)
Pero estoy lleno del furor del SEÑOR, Estoy cansado de retenerlo . "Derrámalo sobre los niños en la calle, Y sobre la reunión de los jóvenes; Porque serán apresados tanto el marido como la mujer, El viejo y el muy anciano.
(Jeremías 6:11)
Tú, hijo de hombre, ¿Vas a juzgar? ¿Vas a juzgar a la ciudad sanguinaria? Hazle saber todas sus abominaciones.
(Ezequiel 22:2)
Yo te he puesto hoy Como ciudad fortificada, Como columna de hierro y como muro de bronce Contra toda esta tierra: Contra los reyes de Judá, sus príncipes, Sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.
(Jeremías 1:18)
y mi mensaje (mi palabra) y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
(1 Corintios 2:4)
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.
(Hechos 7:54)
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,
(1 Corintios 2:12)
Y reposará sobre El el Espíritu del SEÑOR, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR.
(Isaías 11:2)
Clama a voz en cuello, no te detengas. Alza tu voz como trompeta, Declara a Mi pueblo su transgresión Y a la casa de Jacob sus pecados.
(Isaías 58:1)
Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo comenzó a dedicarse por completo a la predicación de la palabra, testificando solemnemente a los Judíos que Jesús era el Cristo (el Mesías).
(Hechos 18:5)
Hijo de hombre, haz saber a Jerusalén sus abominaciones,
(Ezequiel 16:2)
Porque estoy lleno de palabras; Dentro de mí el espíritu me constriñe.
(Job 32:18)
Pero si digo: "No Lo recordaré Ni hablaré más en Su nombre," Esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente Encerrado en mis huesos. Hago esfuerzos por contenerlo , Y no puedo.
(Jeremías 20:9)
¿Los juzgarás? ¿Los juzgarás, hijo de hombre? Hazles saber las abominaciones de sus padres.
(Ezequiel 20:4)
Entonces dijo así el SEÑOR: "Si vuelves, Yo te restauraré, En Mi presencia estarás; Si apartas lo precioso de lo vil, Serás Mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, Pero tú no te vuelvas a ellos.
(Jeremías 15:19)
El Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.
(Ezequiel 3:14)
Y tú, hijo de hombre, describe el templo a la casa de Israel, para que se avergüencen de sus iniquidades, y tomen las medidas de su plano.
(Ezequiel 43:10)