Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el que no se postre y adore, será echado inmediatamente en un horno de fuego ardiente." (Daniel 3:6)
Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado. (Daniel 3:7)
Sin embargo en aquel tiempo algunos Caldeos se presentaron y acusaron a los Judíos. (Daniel 3:8)
Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: "¡Oh rey, viva para siempre!
Usted, oh rey, ha proclamado un decreto de que todo hombre que oiga el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postre y adore la estatua de oro, (Daniel 3:10)
y el que no se postre y adore, será echado en un horno de fuego ardiente. (Daniel 3:11)
Pero hay algunos Judíos a quienes usted ha puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, es decir, Sadrac, Mesac y Abed Nego, estos hombres, oh rey, no le hacen caso. No sirven a sus dioses ni adoran la estatua de oro que ha levantado." (Daniel 3:12)

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Daniel 3:9 - Referencia Cruzada

Estos funcionarios y sátrapas, de común acuerdo, fueron entonces al rey y le dijeron así: "¡Rey Darío, viva para siempre! (Daniel 6:6)
Entonces los Caldeos hablaron al rey en Arameo: "¡Oh rey, viva para siempre! Cuente el sueño a sus siervos, y nosotros le declararemos la interpretación." (Daniel 2:4)
Entonces Daniel respondió al rey: "Oh rey, viva para siempre. (Daniel 6:21)
Entonces el heraldo proclamó con fuerza: "Se les ordena a ustedes, pueblos, naciones y lenguas, (Daniel 3:4)
Paguen a todos lo que deban: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor. (Romanos 13:7)
La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo: "¡Oh rey, viva para siempre! No le turben sus pensamientos ni se mude su semblante. (Daniel 5:10)