Nueva Biblia Latinoamericana
Después el rey se fue a su palacio y pasó la noche en ayuno. Ningún entretenimiento fue traído ante él y se le fue el sueño. (Daniel 6:18)
Entonces el rey se levantó al amanecer, al rayar el alba, y fue a toda prisa al foso de los leones. (Daniel 6:19)
Y acercándose al foso, gritó a Daniel con voz angustiada. El rey habló a Daniel y le dijo: "Daniel, siervo del Dios viviente, tu Dios, a quien sirves con perseverancia, ¿te ha podido librar de los leones?" (Daniel 6:20)
Entonces Daniel respondió al rey: "Oh rey, viva para siempre.
Mi Dios envió Su ángel, que cerró la boca de los leones, y no me han hecho daño alguno porque fui hallado inocente ante El. Y tampoco ante usted, oh rey, he cometido crimen alguno." (Daniel 6:22)
El rey entonces se alegró mucho y mandó sacar a Daniel del foso. Cuando Daniel fue sacado del foso, no se encontró en él lesión alguna, porque había confiado en su Dios. (Daniel 6:23)
El rey dio órdenes que trajeran a aquellos hombres que habían acusado falsamente a Daniel, y que los echaran, a ellos, a sus hijos y a sus mujeres en el foso de los leones. No habían llegado aún al fondo del foso, cuando ya los leones se habían apoderado de ellos y triturado todos sus huesos. (Daniel 6:24)

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Daniel 6:21 - Referencia Cruzada

Entonces los Caldeos hablaron al rey en Arameo: "¡Oh rey, viva para siempre! Cuente el sueño a sus siervos, y nosotros le declararemos la interpretación." (Daniel 2:4)
y le dije al rey: "Viva para siempre el rey. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro cuando la ciudad, lugar de los sepulcros de mis padres, está desolada y sus puertas han sido consumidas por el fuego?" (Nehemías 2:3)
Estos funcionarios y sátrapas, de común acuerdo, fueron entonces al rey y le dijeron así: "¡Rey Darío, viva para siempre! (Daniel 6:6)