Nueva Biblia Latinoamericana
Sin embargo en aquel tiempo algunos Caldeos se presentaron y acusaron a los Judíos. (Daniel 3:8)
Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: "¡Oh rey, viva para siempre! (Daniel 3:9)
Usted, oh rey, ha proclamado un decreto de que todo hombre que oiga el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postre y adore la estatua de oro, (Daniel 3:10)
y el que no se postre y adore, será echado en un horno de fuego ardiente.
Pero hay algunos Judíos a quienes usted ha puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, es decir, Sadrac, Mesac y Abed Nego, estos hombres, oh rey, no le hacen caso. No sirven a sus dioses ni adoran la estatua de oro que ha levantado." (Daniel 3:12)
Entonces Nabucodonosor, enojado y furioso, dio orden de traer a Sadrac, Mesac y Abed Nego. Estos hombres, pues, fueron conducidos ante el rey. (Daniel 3:13)
Habló Nabucodonosor y les dijo: "¿Es verdad Sadrac, Mesac y Abed Nego que no sirven a mis dioses ni adoran la estatua de oro que he levantado? (Daniel 3:14)

Otras publicaciones relacionadas con "Daniel 3:11":

Iris Chicas
Danzando en el horno de fuego
Reflexión sobre la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego en el horno de fuego y la presencia de Dios en nuestras vidas.


Isaías Rivera
Vasos de honra
Este sermón se basa en la historia de Beltsazar y Daniel del libro de Daniel capítulo 5. El pastor enfatiza la importancia de mantenerse fieles a Dios y no deshonrar lo que Él nos ha dado, así como buscar a los vasos de honra en momentos de necesidad. También se destaca la relevancia de no vender lo que Dios nos ha dado por las cosas temporales del mundo.


Daniel 3:11 - Referencia Cruzada