Nueva Biblia Latinoamericana
Por los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor de 262.5 metros de largo y 262.5 metros de ancho, para dividir entre lo sagrado y lo profano. (Ezequiel 42:20)
Entonces el hombre me llevó a la puerta, la puerta que da hacia el oriente; (Ezequiel 43:1)
y vi que la gloria del Dios de Israel venía de la parte del oriente. Su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de Su gloria. (Ezequiel 43:2)
Tenía el aspecto de la visión que vi, como la visión que había visto cuando El vino a destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que yo había visto junto al río Quebar. Entonces me postré sobre mi rostro.
La gloria del SEÑOR entró en el templo por el camino de la puerta que da hacia el oriente. (Ezequiel 43:4)
Entonces el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y la gloria del SEÑOR llenó el templo. (Ezequiel 43:5)
Y oí a uno que me hablaba desde el templo, mientras el hombre estaba de pie junto a mí, (Ezequiel 43:6)

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Ezequiel 43:3 - Referencia Cruzada

Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, Para arrancar y para derribar, Para destruir y para derrocar, Para edificar y para plantar." (Jeremías 1:10)
La gloria del Dios de Israel estaba allí, como la visión que yo había visto en la llanura. (Ezequiel 8:4)
Otorgaré autoridad a mis dos testigos, y ellos profetizarán por 1,260 días, vestidos de cilicio." (Apocalipsis 11:3)
Así que me levanté y salí a la llanura; y la gloria del SEÑOR estaba parada allí, como la gloria que yo había visto junto al río Quebar, y caí rostro en tierra. (Ezequiel 3:23)
Hijo de hombre, laméntate por la multitud de Egipto, hazla descender, con las hijas de las naciones poderosas, a las profundidades de la tierra, con los que descienden a la fosa; (Ezequiel 32:18)
la palabra del SEÑOR fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos junto al río Quebar, y allí vino sobre él la mano del SEÑOR.) (Ezequiel 1:3)
Entonces los querubines alzaron sus alas con las ruedas a su lado, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos. (Ezequiel 11:22)
Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura; (Ezequiel 9:3)
Entonces Dios gritó a mis oídos con gran voz, diciendo: "Acérquense, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora en la mano." (Ezequiel 9:1)
Pero oí que a los otros les dijo: "Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen. (Ezequiel 9:5)
Después miré, y en el firmamento que estaba sobre las cabezas de los querubines, vi que apareció sobre ellos como una piedra de zafiro de apariencia semejante a un trono. (Ezequiel 10:1)