Entonces la gloria del SEÑOR subió del querubín hacia el umbral del templo, y el templo se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.
(Ezequiel 10:4)El ruido de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso (El Shaddai) cuando habla.
(Ezequiel 10:5)Cuando El le ordenó al hombre vestido de lino: "Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines," él entró y se paró junto a una rueda.
(Ezequiel 10:6)El querubín extendió su mano de entre los querubines hacia el fuego que estaba entre ellos, lo tomó y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tomó y salió.
Debajo de sus alas los querubines parecían tener la forma de la mano de un hombre.
(Ezequiel 10:8)Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis.
(Ezequiel 10:9)En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una rueda estuviera dentro de la otra rueda.
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Ezequiel 10:7 - Referencia Cruzada
El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y recogerán de Su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad;
(Mateo 13:41)Así será en el fin del mundo; los ángeles saldrán, y sacarán a los malos de entre los justos,
(Mateo 13:49)Cuando El le ordenó al hombre vestido de lino: "Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines," él entró y se paró junto a una rueda.
(Ezequiel 10:6)En verdad les digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
(Mateo 24:34)En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, eran como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos.
(Ezequiel 1:13)