Y tú, hijo de hombre, no temas; no les temas a ellos ni a sus palabras aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones. No temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde.
(Ezequiel 2:6)Les hablarás Mis palabras, escuchen o dejen de escuchar, porque son rebeldes.
(Ezequiel 2:7)Y tú, hijo de hombre, escucha lo que te hablo; no seas rebelde como esa casa rebelde. Abre tu boca y come lo que te voy a dar."
(Ezequiel 2:8)Entonces miré que una mano estaba extendida hacia mí, y en ella había un libro (un rollo).
El lo desenrolló delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y en él estaban escritas lamentaciones, gemidos y ayes.
(Ezequiel 2:10)Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, come lo que tienes delante; cómete este rollo, y ve, habla a la casa de Israel."
(Ezequiel 3:1)Abrí, pues, mi boca, y El me dio a comer el rollo.
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Ezequiel 2:9 - Referencia Cruzada
ENTONCES DIJE: 'AQUI ESTOY, YO HE VENIDO (EN EL ROLLO DEL LIBRO ESTA ESCRITO DE MI) PARA HACER, OH DIOS, TU VOLUNTAD.'"
(Hebreos 10:7)En la mano derecha de Aquél que estaba sentado en el trono vi un libro (un rollo) escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
(Apocalipsis 5:1)Entonces, una mano me tocó, y me hizo temblar sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
(Daniel 10:10)De pronto aparecieron los dedos de una mano humana y comenzaron a escribir frente al candelabro sobre lo encalado de la pared del palacio del rey, y el rey vio el dorso de la mano que escribía.
(Daniel 5:5)Entonces el SEÑOR extendió Su mano y tocó mi boca. Y el SEÑOR me dijo: "Yo he puesto Mis palabras en tu boca.
(Jeremías 1:9)Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que te he hablado acerca de Israel, acerca de Judá y acerca de todas las naciones, desde el día que te hablé, desde los días de Josías, hasta hoy.
(Jeremías 36:2)Y uno semejante a un hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: "Señor mío, a causa de la visión me ha invadido la angustia y me he quedado sin fuerzas.
(Daniel 10:16)Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, come lo que tienes delante; cómete este rollo, y ve, habla a la casa de Israel."
(Ezequiel 3:1)La voz que yo había oído del cielo, la oí de nuevo hablando conmigo: "Ve, toma el libro (el rollo) que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra."
(Apocalipsis 10:8)Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.
(Ezequiel 8:3)