Nueva Biblia Latinoamericana
Y vino Jetro, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de Moisés al desierto, donde éste estaba acampado junto al monte de Dios. (Éxodo 18:5)
Y mandó decir a Moisés: "Yo, tu suegro Jetro, vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos con ella." (Éxodo 18:6)
Salió Moisés a recibir a su suegro, se inclinó y lo besó. Se preguntaron uno a otro cómo estaban, y entraron en la tienda. (Éxodo 18:7)
Moisés contó a su suegro todo lo que el SEÑOR había hecho a Faraón y a los Egipcios por amor a Israel, todas las dificultades que les habían sobrevenido en el camino y cómo los había librado el SEÑOR.
Y Jetro se alegró de todo el bien que el SEÑOR había hecho a Israel, al librarlo de la mano de los Egipcios. (Éxodo 18:9)
Entonces Jetro dijo: "Bendito sea el SEÑOR que los libró de la mano de los Egipcios y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo del poder de los Egipcios. (Éxodo 18:10)
Ahora sé que el SEÑOR es más grande que todos los dioses. Ciertamente, esto se probó cuando ellos trataron al pueblo con arrogancia." (Éxodo 18:11)

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Éxodo 18:8 - Referencia Cruzada

Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó de todo lo que Dios había hecho por Moisés y por Su pueblo Israel, cómo el SEÑOR había sacado a Israel de Egipto. (Éxodo 18:1)
Tú viste la aflicción de nuestros padres en Egipto, Y escuchaste su clamor junto al Mar Rojo. (Nehemías 9:9)
Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y temible, que guardas el pacto y la misericordia, No parezca insignificante ante Ti toda la aflicción Que nos ha sobrevenido, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo Tu pueblo, Desde los días de los reyes de Asiria hasta el día de hoy. (Nehemías 9:32)
Moisés hizo partir a Israel del Mar Rojo, y salieron hacia el desierto de Shur. Anduvieron tres días en el desierto y no encontraron agua. (Éxodo 15:22)
Díganlo los redimidos del SEÑOR, A quienes ha redimido de la mano del adversario, (Salmos 107:2)
No se acordaron de Su poder, Del día que los redimió del adversario, (Salmos 78:42)
Terror y espanto cae sobre ellos; Por la grandeza de Tu brazo quedan inmóviles, como piedra, Hasta que Tu pueblo pasa, oh SEÑOR, Hasta que pasa el pueblo que Tú has comprado. (Éxodo 15:16)
Pues, ¿cómo subiré a mi padre no estando el muchacho conmigo, sin que yo vea el mal que sobrevendrá a mi padre?" (Génesis 44:34)
Tu diestra, oh SEÑOR, es majestuosa en poder; Tu diestra, oh SEÑOR, destroza al enemigo. (Éxodo 15:6)
En la angustia llamaste, y Yo te rescaté; Te respondí en el escondite del trueno; En las aguas de Meriba te probé. (Selah) (Salmos 81:7)
Oh Dios, Tú me has enseñado desde mi juventud, Y hasta ahora he anunciado Tus maravillas. (Salmos 71:17)
Vengan y oigan, todos los que temen (reverencian) a Dios, Y contaré lo que El ha hecho por mi alma. (Salmos 66:16)
Moisés envió mensajeros desde Cades al rey de Edom, diciéndole: "Así ha dicho su hermano Israel: 'Usted sabe todas las dificultades que nos han sobrevenido; (Números 20:14)
Den gracias al SEÑOR, invoquen Su nombre; Den a conocer Sus obras entre los pueblos. (Salmos 105:1)
Los salvó de mano del que los odiaba, Y los redimió de mano del enemigo. (Salmos 106:10)
Los Israelitas les decían: "Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos. Pues nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud." (Éxodo 16:3)
Una generación alabará Tus obras a otra generación, Y anunciará Tus hechos poderosos. (Salmos 145:4)