Nueva Biblia Latinoamericana
entonces hubiera desechado la descendencia de Jacob y de Mi siervo David, para no tomar de su descendencia quien gobernara sobre la descendencia de Abraham, de Isaac y de Jacob. Pero Yo restauraré su bienestar y tendré misericordia de ellos.'" (Jeremías 33:26)
La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reinos de la tierra que estaban bajo su dominio y todos los pueblos, peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades: (Jeremías 34:1)
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile: "Así dice el SEÑOR: 'Yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él le prenderá fuego. (Jeremías 34:2)
Tú no escaparás de su mano, sino que ciertamente serás capturado y entregado en su mano. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará cara a cara, y a Babilonia irás.'"'
Sin embargo oye la palabra del SEÑOR, oh Sedequías, rey de Judá. Así dice el SEÑOR acerca de ti: 'No morirás a espada; (Jeremías 34:4)
en paz morirás. Como quemaron especias por tus padres, los reyes anteriores que te precedieron, así quemarán especias por ti, y con "¡Ay, señor!" harán lamento por ti.' Porque Yo he hablado la palabra," declara el SEÑOR. (Jeremías 34:5)
Entonces el profeta Jeremías habló a Sedequías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalén (Jeremías 34:6)

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Jeremías 34:3 - Referencia Cruzada

El rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y le dijo: "¿Hay palabra del SEÑOR?" "La hay," respondió Jeremías. Y añadió: "En manos del rey de Babilonia será entregado." (Jeremías 37:17)
se abrió una brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que había junto al jardín del rey, a pesar de que los Caldeos estaban alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá (del Valle del Jordán). (Jeremías 52:7)
Y tú, infame y malvado príncipe de Israel, cuyo día ha llegado, la hora del castigo final,' (Ezequiel 21:25)
y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los Caldeos, sino que ciertamente será entregado en manos del rey de Babilonia que hablará con él cara a cara, y sus ojos verán sus ojos; (Jeremías 32:4)
Extenderé Mi red sobre él y quedará preso en Mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, a la tierra de los Caldeos; pero no la verá, y morirá allí. (Ezequiel 12:13)
Y al ser abierta una brecha en la ciudad, todos los hombres de guerra huyeron de noche por el camino de la puerta entre las dos murallas, junto al jardín del rey, estando los Caldeos alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá. (2 Reyes 25:4)
Pero si usted no se pasa a los oficiales del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en manos de los Caldeos; y ellos la incendiarán y usted no escapará de su mano.'" (Jeremías 38:18)
Y después," declara el SEÑOR, "a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión."' (Jeremías 21:7)
Cuando los vieron Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de noche de la ciudad por el camino del jardín del rey, por la puerta entre los dos muros, y se fueron por el camino del Arabá (del Valle del Jordán). (Jeremías 39:4)
Pues ha despreciado el juramento al romper el pacto; juró fidelidad pero hizo todas estas cosas. No escapará.'" (Ezequiel 17:18)
Y a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de ustedes. (Jeremías 34:21)