Nueva Biblia Latinoamericana
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "Yo haré volver atrás las armas de guerra que ustedes tienen en sus manos, con las cuales pelean contra el rey de Babilonia y contra los Caldeos que los sitian fuera de los muros, y las reuniré en medio de esta ciudad. (Jeremías 21:4)
Yo mismo pelearé contra ustedes con mano extendida y brazo poderoso, aun con ira, furor y gran enojo. (Jeremías 21:5)
Heriré a los habitantes de esta ciudad, y hombres y animales morirán por una gran pestilencia. (Jeremías 21:6)
Y después," declara el SEÑOR, "a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión."'
También dirás a este pueblo: 'Así dice el SEÑOR: "Ahora pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. (Jeremías 21:8)
El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de pestilencia; pero el que salga y se entregue a los Caldeos que los sitian, vivirá, y tendrá su propia vida como botín. (Jeremías 21:9)
Porque he puesto Mi rostro contra esta ciudad para mal, y no para bien," declara el SEÑOR. "Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego."' (Jeremías 21:10)

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Jeremías 21:7 - Referencia Cruzada

Pero en cuanto a Mí, tampoco Mi ojo tendrá piedad, ni Yo perdonaré, sino que haré recaer su conducta sobre sus cabezas." (Ezequiel 9:10)
Pero oí que a los otros les dijo: "Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen. (Ezequiel 9:5)
Y tenderé sobre él Mi red y será atrapado en Mi trampa. Entonces lo llevaré a Babilonia y allí entraré en juicio con él por la infidelidad que ha cometido contra Mí. (Ezequiel 17:20)
Pero el ejército de los Caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado. (2 Reyes 25:5)
Porque voy a levantar a los Caldeos (Babilonios), Pueblo feroz e impetuoso, Que marcha por la anchura de la tierra Para apoderarse de moradas ajenas. (Habacuc 1:6)
Mi ojo no tendrá piedad ni Yo perdonaré. Te pagaré conforme a tus caminos, y tus abominaciones quedarán en medio de ti; y sabrán que soy Yo, el SEÑOR, el que hiere. (Ezequiel 7:9)
Por tanto, ciertamente Yo obraré con furor. Mi ojo no tendrá piedad, ni Yo perdonaré; y aunque griten a Mis oídos con gran voz, no los escucharé." (Ezequiel 8:18)
El rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y le dijo: "¿Hay palabra del SEÑOR?" "La hay," respondió Jeremías. Y añadió: "En manos del rey de Babilonia será entregado." (Jeremías 37:17)
Cuando su ramaje está seco, es quebrado, Vienen las mujeres y le prenden fuego. Porque no es pueblo de discernimiento, Por tanto su Hacedor no le tendrá compasión, Y su Creador no tendrá piedad de él. (Isaías 27:11)
Entonces el capitán de la guardia tomó a Seraías, el principal sacerdote, y a Sofonías, el segundo sacerdote, y a los tres oficiales del templo. (Jeremías 52:24)
Y el príncipe que está en medio de ellos, cargará su equipaje sobre los hombros en la oscuridad, y saldrá. Cavará un hueco en el muro para sacarlo. Cubrirá su rostro para no ver la tierra con sus ojos. (Ezequiel 12:12)
Pero el ejército de los Caldeos persiguió al rey y alcanzó a Sedequías en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado. (Jeremías 52:8)
Cuando los vieron Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de noche de la ciudad por el camino del jardín del rey, por la puerta entre los dos muros, y se fueron por el camino del Arabá (del Valle del Jordán). (Jeremías 39:4)
Voy a provocar a los Medos contra ellos, Que no estiman la plata ni se deleitan en el oro. (Isaías 13:17)
Pero si sigue usted rehusando pasarse, ésta es la palabra que el SEÑOR me ha mostrado: (Jeremías 38:21)
una nación de rostro fiero que no tendrá respeto al anciano ni tendrá compasión del niño. (Deuteronomio 28:50)
Entonces el capitán de la guardia tomó al sumo sacerdote Seraías y al segundo sacerdote Sofonías y a los tres oficiales del templo. (2 Reyes 25:18)
Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer,' así dice el SEÑOR, 'de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto. (Jeremías 24:8)
Entonces Dios hizo subir contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, y no tuvo compasión del joven ni de la virgen, del viejo ni del débil; a todos ellos los entregó en su mano. (2 Crónicas 36:17)
Estaba enojado contra Mi pueblo, Profané Mi heredad Y en tu mano los entregué. No les mostraste compasión, Sobre el anciano hiciste muy pesado tu yugo, (Isaías 47:6)
a los oficiales de Judá, a los oficiales de Jerusalén, a los oficiales de la corte, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra que pasaron entre las mitades del becerro. (Jeremías 34:19)
Y tú, infame y malvado príncipe de Israel, cuyo día ha llegado, la hora del castigo final,' (Ezequiel 21:25)
Los estrellaré unos contra otros, los padres y los hijos por igual," declara el SEÑOR. "No tendré piedad, ni lástima, ni compasión, para dejar de destruirlos."'" (Jeremías 13:14)