Nueva Biblia Latinoamericana
¿No has observado lo que dice este pueblo: 'Las dos familias que el SEÑOR escogió, El las ha desechado'? Desprecian a Mi pueblo, ya no son una nación ante sus ojos. (Jeremías 33:24)
Así dice el SEÑOR: 'Si no hubiera permanecido Mi pacto con el día y con la noche, y si Yo no hubiera establecido las leyes del cielo y de la tierra, (Jeremías 33:25)
entonces hubiera desechado la descendencia de Jacob y de Mi siervo David, para no tomar de su descendencia quien gobernara sobre la descendencia de Abraham, de Isaac y de Jacob. Pero Yo restauraré su bienestar y tendré misericordia de ellos.'" (Jeremías 33:26)
La palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reinos de la tierra que estaban bajo su dominio y todos los pueblos, peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades:
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile: "Así dice el SEÑOR: 'Yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él le prenderá fuego. (Jeremías 34:2)
Tú no escaparás de su mano, sino que ciertamente serás capturado y entregado en su mano. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará cara a cara, y a Babilonia irás.'"' (Jeremías 34:3)
Sin embargo oye la palabra del SEÑOR, oh Sedequías, rey de Judá. Así dice el SEÑOR acerca de ti: 'No morirás a espada; (Jeremías 34:4)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 34:1":

Fumio Taku
La iglesia y el pueblo de Israel
El pastor Fumio Taku habla sobre la relación entre la iglesia y el pueblo de Israel, la importancia de apoyar a Israel y la oración por su redención. Basado en la organización Cristianos y Judíos Unidos por Israel.


Dr. Roberto Miranda
Jeremías 29
Reflexión sobre la carta que Dios envía a los judíos exiliados en Babilonia en Jeremías 29, y cómo podemos aplicar sus enseñanzas a nuestra vida cristiana.


Fumio Taku
La iglesia y el pueblo de Israel
En este sermón, Fumio Taku habla sobre la relación entre la iglesia y el pueblo de Israel, el nuevo pacto y las promesas de Dios. También enfatiza la importancia de apoyar al pueblo de Israel y defender su derecho a la tierra que Dios les ha dado.


Jeremías 34:1 - Referencia Cruzada

Pero hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR su Dios; y no se humilló delante del profeta Jeremías que le hablaba por boca del SEÑOR. (2 Crónicas 36:12)
mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá, es decir, Laquis y Azeca, pues sólo éstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá. (Jeremías 34:7)
Y en el noveno año de su reinado, en el décimo mes, el día diez del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército contra Jerusalén, acampó contra ella y construyó un muro de asedio alrededor de ella. (2 Reyes 25:1)
Y a causa de la grandeza que El le concedió, todos los pueblos, naciones y lenguas temían y temblaban delante de él. A quien quería, mataba, y a quien quería, dejaba con vida; exaltaba a quien quería, y a quien quería humillaba. (Daniel 5:19)
Usted, oh rey, es rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino (la soberanía), el poder, la fuerza y la gloria. (Daniel 2:37)
Y aconteció que en el año noveno de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén y acamparon contra ella, y edificaron un muro de asedio alrededor de ella. (Jeremías 52:4)
En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardia, que estaba en la casa del rey de Judá, (Jeremías 32:2)
Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: "Que abunde su paz. (Daniel 4:1)
Porque Yo voy a llamar A todas las familias de los reinos del norte," Declara el SEÑOR. "Vendrán, y cada uno pondrá su trono A la entrada de las Puertas de Jerusalén, Frente a todos sus muros alrededor Y frente a todas las ciudades de Judá. (Jeremías 1:15)
Y aconteció que Jerusalén al fin fue tomada. En el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes. Cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. (Jeremías 39:1)
Yo hice la tierra, los hombres y los animales que están sobre la superficie de la tierra con Mi gran poder y con Mi brazo extendido, y la doy a quien Me place. (Jeremías 27:5)
es usted, oh rey, que se ha hecho grande y fuerte, su grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo, y su dominio hasta los confines de la tierra. (Daniel 4:22)