Nueva Biblia Latinoamericana
Los asnos monteses se paran en las alturas desoladas, Jadeando por aire como chacales; Desfallecen sus ojos Porque no hay vegetación. (Jeremías 14:6)
Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, Oh SEÑOR, obra por amor de Tu nombre. En verdad han sido muchas nuestras apostasías, Contra Ti hemos pecado. (Jeremías 14:7)
Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿Por qué has de ser como extranjero en la tierra, O como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche? (Jeremías 14:8)
¿Por qué has de ser como hombre desalentado, Como guerrero incapaz de salvar? Sin embargo Tú estás en medio nuestro, oh SEÑOR, Y por Tu nombre somos llamados; ¡No nos abandones!"
Así dice el SEÑOR de este pueblo: "¡Cómo les ha gustado vagar! No han refrenado sus pies. El SEÑOR, pues, no los acepta; ahora se acordará El de su iniquidad y castigará sus pecados." (Jeremías 14:10)
Y el SEÑOR me dijo: "No ruegues por el bienestar de este pueblo. (Jeremías 14:11)
Cuando ayunen, no escucharé su clamor; cuando ofrezcan holocausto y ofrenda de cereal, no los aceptaré; sino que con espada, con hambre y con pestilencia los destruiré." (Jeremías 14:12)

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Jeremías 14:9 - Referencia Cruzada

Porque Yo seré para ella,' declara el SEÑOR, 'una muralla de fuego en derredor, y gloria seré en medio de ella.'" (Zacarías 2:5)
Y el SEÑOR dijo a Moisés: "¿Está limitado el poder del SEÑOR? Ahora verás si Mi palabra se te cumple o no." (Números 11:23)
Porque el SEÑOR tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para derrotar a tus enemigos de delante de ti, por tanto, tu campamento debe ser santo; y El no debe ver nada indecente en medio de ti, no sea que se aparte de ti. (Deuteronomio 23:14)
¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. (Salmos 44:23)
Además, haré Mi morada en medio de ustedes, y Mi alma no los aborrecerá. (Levítico 26:11)
Clama y grita de júbilo, habitante de Sion, Porque grande es en medio de ti el Santo de Israel. (Isaías 12:6)
La mano del SEÑOR no se ha acortado para salvar; Ni Su oído se ha endurecido para oír. (Isaías 59:1)
La voz del clamor de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana es esta: "¿No está el SEÑOR en Sion? ¿No está su rey en ella?" "¿Por qué Me han provocado con sus imágenes talladas, con ídolos extranjeros?" (Jeremías 8:19)
¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: "HABITARE EN ELLOS, Y ANDARE ENTRE ELLOS; Y SERE SU DIOS, Y ELLOS SERAN MI PUEBLO. (2 Corintios 6:16)
Dios está en medio de ella, no será sacudida; Dios la ayudará al romper el alba. (Salmos 46:5)
Así dice el SEÑOR: "¿Dónde está esa carta de divorcio Con la que repudié a su madre? ¿O a cuál de Mis acreedores los vendí? Por causa de sus iniquidades ustedes fueron vendidos, Y por sus transgresiones fue repudiada su madre. (Isaías 50:1)
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: "El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. (Apocalipsis 21:3)
Despierta, despierta, vístete de poder, oh brazo del SEÑOR. Despierta como en los días de antaño, en las generaciones pasadas. ¿No eres Tú el que despedazó a Rahab (al monstruo marino), El que traspasó al dragón? (Isaías 51:9)
No escondas Tu rostro de mí; No rechaces con ira a Tu siervo; Tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, Oh Dios de mi salvación. (Salmos 27:9)
Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque El mismo ha dicho: "NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE," (Hebreos 13:5)
Pero si Tú destruyes a este pueblo como a un solo hombre, entonces las naciones que han oído de Tu fama, dirán: (Números 14:15)
Habitaré entre los Israelitas, y seré su Dios. (Éxodo 29:45)
Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por Tu nombre, Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos. (Jeremías 15:16)
Hemos venido a ser como aquéllos sobre los que nunca gobernaste, Como aquéllos que nunca fueron llamados por Tu nombre. (Isaías 63:19)
Porque el SEÑOR, a causa de Su gran nombre, no desamparará a Su pueblo, pues el SEÑOR se ha complacido en hacerlos pueblo Suyo. (1 Samuel 12:22)
Inclina Tu oído, Dios mío, y escucha. Abre Tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca Tu nombre. Pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de Ti, sino por Tu gran compasión. (Daniel 9:18)