Nueva Biblia Latinoamericana
Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios, O extendido nuestras manos a un dios extraño, (Salmos 44:20)
¿No se habría dado cuenta Dios de esto? Pues El conoce los secretos del corazón. (Salmos 44:21)
Pero por causa Tuya nos matan cada día; Se nos considera como ovejas para el matadero. (Salmos 44:22)
¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre.
¿Por qué escondes Tu rostro Y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión? (Salmos 44:24)
Porque nuestra alma se ha hundido en el polvo; Nuestro cuerpo está pegado a la tierra. (Salmos 44:25)
¡Levántate! Sé nuestra ayuda, Y redímenos por amor de Tu misericordia. (Salmos 44:26)

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Salmos 44:23 - Referencia Cruzada

Por la desolación del afligido, por los gemidos del menesteroso, Me levantaré ahora," dice el SEÑOR; "lo pondré en la seguridad que anhela." (Salmos 12:5)
Sin embargo, Tú nos has rechazado y nos has confundido, Y no sales con nuestros ejércitos. (Salmos 44:9)
Sin culpa mía, corren y se preparan contra mí. Despierta para ayudarme, y mira. (Salmos 59:4)
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre una almohadilla; entonces Lo despertaron y Le dijeron: "Maestro, ¿no Te importa que perezcamos?" (Marcus 4:38)
Despierta, despierta, vístete de poder, oh brazo del SEÑOR. Despierta como en los días de antaño, en las generaciones pasadas. ¿No eres Tú el que despedazó a Rahab (al monstruo marino), El que traspasó al dragón? (Isaías 51:9)
Entonces despertó el Señor como de un sueño, Como guerrero vencido por el vino, (Salmos 78:65)
Masquil de Asaf. Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se enciende Tu ira contra las ovejas de Tu prado? (Salmos 74:1)
Despierta y levántate para mi defensa Y para mi causa, Dios mío y Señor mío. (Salmos 35:23)
¿Por qué, SEÑOR, rechazas mi alma? ¿Por qué escondes de mí Tu rostro? (Salmos 88:14)
Levántate, oh SEÑOR, en Tu ira; Alzate contra la furia de mis adversarios, Y despiértate en favor mío; Tú has establecido juicio. (Salmos 7:6)
¿Rechazará el Señor para siempre? ¿No mostrará más Su favor? (Salmos 77:7)