Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Yo daré de comer ajenjo a este pueblo y le daré a beber agua envenenada.
(Jeremías 9:15)Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron, y enviaré tras ellos la espada hasta aniquilarlos."
(Jeremías 9:16)Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Consideren, llamen a las plañideras, que vengan; Envíen por las más hábiles, que vengan,
(Jeremías 9:17)Que se apresuren y eleven una lamentación por nosotros, Para que derramen lágrimas nuestros ojos Y fluya agua de nuestros párpados.
Porque voz de lamentación se oye desde Sion: '¡Cómo hemos sido arrasados! En gran manera estamos avergonzados, Pues tenemos que abandonar la tierra, Porque han derribado nuestras moradas.'"
(Jeremías 9:19)Oigan, pues, mujeres, la palabra del SEÑOR, Y reciba el oído de ustedes la palabra de Su boca; Enseñen la lamentación a sus hijas Y la endecha cada una a su vecina.
(Jeremías 9:20)Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, Ha entrado en nuestros palacios, Exterminando a los niños de las calles, A los jóvenes de las plazas.
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Jeremías 9:18 - Referencia Cruzada
Alcen por los montes lloro y lamentación, Y una elegía por los pastos del desierto, Porque han sido desolados; nadie pasa por ellos , Ni se oye el bramido del ganado; Desde las aves del cielo hasta las bestias han huido, se han ido.
(Jeremías 9:10)Quién me diera que mi cabeza se hiciera agua, Y mis ojos fuente de lágrimas, Para que yo llorara día y noche Por los muertos de la hija de mi pueblo.
(Jeremías 9:1)Pero si no escuchan esto, Mi alma sollozará en secreto por tal orgullo; Mis ojos llorarán amargamente Y se llenarán de lágrimas, Porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR.
(Jeremías 13:17)El corazón de ellos clamó al Señor: "Muralla de la hija de Sion, Corran tus lágrimas como un río día y noche, No te des reposo, No tengan descanso tus ojos.
(Lamentaciones 2:18)Por tanto digo: 'Aparten de mí la mirada, Déjenme llorar amargamente. No traten de consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo'.
(Isaías 22:4)Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella,
(Lucas 19:41)Tú les dirás esta palabra: 'Que viertan lágrimas mis ojos noche y día, Sin cesar, Porque con gran quebranto ha sido quebrantada la virgen hija de mi pueblo, De una herida muy dolorosa.
(Jeremías 14:17)Llora amargamente en la noche, Y le corren las lágrimas por sus mejillas. No hay quien la consuele Entre todos sus amantes. Todos sus amigos la han traicionado, Se han convertido en sus enemigos.
(Lamentaciones 1:2)Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad.
(Lamentaciones 2:11)Hija de mi pueblo, cíñete el cilicio Y revuélcate en ceniza. Haz duelo como por hijo único, Lamento de gran amargura, Porque de pronto el destructor Vendrá sobre nosotros.
(Jeremías 6:26)Oigan, pues, mujeres, la palabra del SEÑOR, Y reciba el oído de ustedes la palabra de Su boca; Enseñen la lamentación a sus hijas Y la endecha cada una a su vecina.
(Jeremías 9:20)