Nueva Biblia Latinoamericana
sino que han andado tras la terquedad de sus corazones y tras los Baales, tal como sus padres les enseñaron." (Jeremías 9:14)
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Yo daré de comer ajenjo a este pueblo y le daré a beber agua envenenada. (Jeremías 9:15)
Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron, y enviaré tras ellos la espada hasta aniquilarlos." (Jeremías 9:16)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Consideren, llamen a las plañideras, que vengan; Envíen por las más hábiles, que vengan,
Que se apresuren y eleven una lamentación por nosotros, Para que derramen lágrimas nuestros ojos Y fluya agua de nuestros párpados. (Jeremías 9:18)
Porque voz de lamentación se oye desde Sion: '¡Cómo hemos sido arrasados! En gran manera estamos avergonzados, Pues tenemos que abandonar la tierra, Porque han derribado nuestras moradas.'" (Jeremías 9:19)
Oigan, pues, mujeres, la palabra del SEÑOR, Y reciba el oído de ustedes la palabra de Su boca; Enseñen la lamentación a sus hijas Y la endecha cada una a su vecina. (Jeremías 9:20)

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Jeremías 9:17 - Referencia Cruzada

Maldíganla los que maldicen el día, Los que están listos para despertar a Leviatán (al monstruo marino). (Job 3:8)
Entonces Jeremías entonó una elegía por Josías. Y todos los cantores y cantoras en sus lamentaciones hablan de Josías hasta hoy. Y las establecieron como ordenanza en Israel. También están escritas en las Lamentaciones. (2 Crónicas 35:25)
Cuando Jesús entró en la casa del oficial, y vio a los flautistas y al gentío en ruidoso desorden, (Mateo 9:23)
Fueron a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho. (Marcus 5:38)
Se temerá a la altura y a los terrores en el camino. Cuando florezca el almendro, se arrastre la langosta y la alcaparra pierda su efecto; Porque el hombre va a su morada eterna Mientras los del duelo andan por la calle. (Eclesiastés 12:5)
Por tanto, así dice el SEÑOR, el Señor Dios de los ejércitos: "En todas las plazas hay llanto, Y en todas las calles dicen: '¡Ay! ¡Ay!' Llaman a duelo al labrador, Y a lamentación a los llorones profesionales. (Amós 5:16)