Nueva Biblia Latinoamericana
Vuelvan, hijos infieles,' declara el SEÑOR, 'porque Yo soy su dueño, y los tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y los llevaré a Sion.' (Jeremías 3:14)
Entonces les daré pastores según Mi corazón, que los apacienten con conocimiento y con inteligencia. (Jeremías 3:15)
En aquellos días, cuando ustedes se multipliquen y crezcan en la tierra," declara el SEÑOR, "no se dirá más: 'Arca del pacto del SEÑOR.' No les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo. (Jeremías 3:16)
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: 'Trono del SEÑOR'; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del SEÑOR; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón.
En aquellos días andará la casa de Judá con la casa de Israel, y vendrán juntas de la tierra del norte a la tierra que di en heredad a sus padres. (Jeremías 3:18)
Yo había dicho: '¡Cómo quisiera ponerte entre Mis hijos, Y darte una tierra deseable, La más hermosa heredad de las naciones!' Y decía: 'Padre Mío Me llamarán, Y no se apartarán de seguirme.' (Jeremías 3:19)
Ciertamente, como una mujer se aparta en rebeldía de su amado, Así ustedes han obrado en rebeldía conmigo, Oh casa de Israel," declara el SEÑOR. (Jeremías 3:20)

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Jeremías 3:17 - Referencia Cruzada

Y a los extranjeros que se unan al SEÑOR Para servirle, y para amar el nombre del SEÑOR, Para ser Sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo, Y se mantienen firmes en Mi pacto, (Isaías 56:6)
Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvieron en sus propias deliberaciones y en la terquedad de su malvado corazón, y fueron hacia atrás y no hacia adelante. (Jeremías 7:24)
Y ustedes han hecho peor que sus padres, porque cada uno de ustedes anda tras la terquedad de su malvado corazón, sin escucharme. (Jeremías 16:12)
Así dice el SEÑOR: "El cielo es Mi trono y la tierra el estrado de Mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que podrían edificarme? ¿Dónde está el lugar de Mi reposo? (Isaías 66:1)
Y el fleco les servirá a ustedes para que cuando lo vean se acuerden de todos los mandamientos del SEÑOR, a fin de que los cumplan y no sigan ni a su corazón ni a sus ojos, tras los cuales se han prostituido, (Números 15:39)
Sobre el firmamento que estaba por encima de sus cabezas había algo semejante a un trono, de aspecto como de piedra de zafiro; y en lo que se asemejaba a un trono, sobre él, en lo más alto, había una figura con apariencia de hombre. (Ezequiel 1:26)
Y sucederá en los últimos días Que el monte de la casa del SEÑOR Será establecido como cabeza de los montes; Se elevará sobre las colinas, Y correrán a él los pueblos. (Miqueas 4:1)
El SEÑOR percibió el aroma agradable, y dijo el SEÑOR para sí: "Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud. Nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho. (Génesis 8:21)
sino que han andado tras la terquedad de sus corazones y tras los Baales, tal como sus padres les enseñaron." (Jeremías 9:14)
Pero cuando moría el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aún más que sus padres, siguiendo a otros dioses, sirviéndoles (adorándolos) e inclinándose ante ellos. No dejaban sus costumbres ni su camino obstinado. (Jueces 2:19)
Cosas gloriosas se dicen de Ti, Oh ciudad de Dios: (Selah) (Salmos 87:3)
Levanta en derredor tus ojos y mira: Todos ellos se reúnen, vienen a ti. "Vivo Yo," declara el SEÑOR "Que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te adornarás con ellos como una novia. (Isaías 49:18)
Entonces traerán a todos sus hermanos de todas las naciones como ofrenda al SEÑOR, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a Mi santo monte, Jerusalén," dice el SEÑOR, "tal como los Israelitas traen su ofrenda de grano en vasijas limpias a la casa del SEÑOR. (Isaías 66:20)
Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, pero las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29)
No nos desprecies, por amor a Tu nombre, No deshonres el trono de Tu gloria; Acuérdate, no anules Tu pacto con nosotros. (Jeremías 14:21)
Y muchas naciones se unirán al SEÑOR aquel día, y serán Mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el SEÑOR de los ejércitos Me ha enviado a ti. (Zacarías 2:11)
Pero ellos dirán: 'Es en vano; porque vamos a seguir nuestros propios planes, y cada uno de nosotros obrará conforme a la terquedad de su malvado corazón.' (Jeremías 18:12)
Y que no fueran como sus padres, Una generación porfiada y rebelde, Generación que no preparó su corazón, Y cuyo espíritu no fue fiel a Dios. (Salmos 78:8)
Y temerán (reverenciarán) desde el occidente el nombre del SEÑOR Y desde el nacimiento del sol Su gloria, Porque El vendrá como torrente impetuoso, Que el viento del SEÑOR impulsa. (Isaías 59:19)
Y acudirán las naciones a tu luz, Y los reyes al resplandor de tu amanecer. (Isaías 60:3)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo restaure su bienestar (haga volver a sus cautivos): 'El SEÑOR te bendiga, morada de justicia, Monte santo.' (Jeremías 31:23)
Pues aunque conocían a Dios, no Lo honraron (no Lo glorificaron) como a Dios ni Le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. (Romanos 1:21)
y me dijo: "Hijo de hombre, este es el lugar de Mi trono, el lugar de las plantas de Mis pies, donde habitaré entre los Israelitas para siempre. Y la casa de Israel no volverá a profanar Mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones y con los cadáveres de sus reyes cuando mueran, (Ezequiel 43:7)
Pero no escucharon ni inclinaron su oído, sino que cada cual anduvo en la terquedad de su malvado corazón. Por tanto, hice caer sobre ellos todas las palabras de este pacto, que Yo les mandé cumplir y no lo cumplieron.'" (Jeremías 11:8)
En el año de la muerte del rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de Su manto llenaba el templo. (Isaías 6:1)
Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; (2 Corintios 10:4)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Y será que aún vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades; (Zacarías 8:20)
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ustedes ya no anden así como andan también los Gentiles (paganos), en la vanidad de su mente. (Efesios 4:17)
Acontecerá en los postreros días, Que el monte de la casa del SEÑOR Será establecido como cabeza de los montes. Se alzará sobre los collados, Y confluirán a él todas las naciones. (Isaías 2:2)
Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la ley sino bajo la gracia. (Romanos 6:14)
Trono de gloria, enaltecido desde el principio Es el lugar de nuestro santuario. (Jeremías 17:12)
Ciertamente, siguiendo la senda de Tus juicios, Oh SEÑOR, Te hemos esperado. Tu nombre y Tu memoria son el anhelo del alma. (Isaías 26:8)
Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre. (Gálatas 4:26)