Nueva Biblia Latinoamericana
Las naciones Le son como gota en un cubo, Y son estimadas como grano de polvo en la balanza. El levanta las islas como al polvo fino. (Isaías 40:15)
El Líbano no basta para el fuego, Ni bastan sus bestias para el holocausto. (Isaías 40:16)
Todas las naciones ante El son como nada, Menos que nada e insignificantes son consideradas por El. (Isaías 40:17)
¿A quién, pues, asemejarán a Dios, O con qué semejanza Lo compararán?
El artífice funde el ídolo, El orfebre lo recubre de oro Y el platero le hace cadenas de plata. (Isaías 40:19)
El que es muy pobre para tal ofrenda Escoge un árbol que no se pudra; Se busca un hábil artífice Para erigir un ídolo que no se tambalee. (Isaías 40:20)
¿No saben? ¿No han oído? ¿No se lo han anunciado desde el principio? ¿No lo han entendido desde la fundación de la tierra? (Isaías 40:21)

Otras publicaciones relacionadas con "Isaías 40:18":

Dr. Roberto Miranda
Dios quiere que se levante un pueblo que no tenga nada que perder
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo Dios quiere levantar un pueblo sin nada que perder para usarlo en grandes cosas. Para lograrlo, debemos buscar la santificación y renunciar a los placeres mundanos, confiando en el poder del Espíritu Santo.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Dios es siempre fiel
Artículo sobre la importancia de buscar a Dios con el corazón y evitar la impiedad, basado en el ejemplo de Job y la revelación de Dios.


Isaías 40:18 - Referencia Cruzada

No hay nadie como Tú, oh SEÑOR. Grande eres Tú, y grande es Tu nombre en poderío. (Jeremías 10:6)
No es como ésta la porción de Jacob; Porque El es el Hacedor de todo, E Israel es la tribu de Su heredad; El SEÑOR de los ejércitos es Su nombre. (Jeremías 10:16)
¿Quién es como el SEÑOR nuestro Dios, Que está sentado en las alturas, (Salmos 113:5)
El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. (Colosenses 1:15)
Porque esta vez enviaré todas Mis plagas sobre ti, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay otro como Yo en toda la tierra. (Éxodo 9:14)
Acuérdense de las cosas anteriores ya pasadas, Porque Yo soy Dios, y no hay otro; Yo soy Dios, y no hay ninguno como Yo, (Isaías 46:9)
El es el resplandor de Su gloria y la expresión (representación) exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, (Hebreos 1:3)
No hay nadie como Tú entre los dioses, oh Señor, Ni hay obras como las Tuyas. (Salmos 86:8)
Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los hijos de los poderosos es como el SEÑOR, (Salmos 89:6)
Mañana," respondió Faraón. Entonces Moisés dijo: "Sea conforme a tu palabra para que sepas que no hay nadie como el SEÑOR nuestro Dios. (Éxodo 8:10)
Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿quién como Tú, poderoso SEÑOR? Tu fidelidad también Te rodea. (Salmos 89:8)
¿Quién como Tú entre los dioses, oh SEÑOR? ¿Quién como Tú, majestuoso en santidad, Temible en las alabanzas, haciendo maravillas? (Éxodo 15:11)
¿A quién, pues, ustedes Me harán semejante Para que Yo sea su igual?" dice el Santo. (Isaías 40:25)
¿Acaso tienes tú un brazo como el de Dios, Y truenas con una voz como la suya? (Job 40:9)
¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en Su ira para siempre, Porque se complace en la misericordia. (Miqueas 7:18)
No te harás ningún ídolo (imagen tallada), ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. (Éxodo 20:4)
No hay santo como el SEÑOR; En verdad, no hay otro fuera de Ti, Ni hay roca como nuestro Dios. (1 Samuel 2:2)
Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Naturaleza Divina sea semejante a oro, plata o piedra, esculpidos por el arte y el pensamiento humano. (Hechos 17:29)
¿A quién Me asemejarán, Me igualarán o Me compararán Para que seamos semejantes? (Isaías 46:5)
Nadie hay como el Dios de Jesurún (Israel), Que cabalga los cielos para venir en tu ayuda, Y las nubes, en Su majestad. (Deuteronomio 33:26)