Nueva Biblia Latinoamericana
Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente Dios se apiadará de ti a la voz de tu clamor. Cuando la oiga, te responderá. (Isaías 30:19)
Aunque el Señor les ha dado pan de escasez y agua de opresión, El, tu Maestro, no se esconderá más, sino que tus propios ojos contemplarán a tu Maestro. (Isaías 30:20)
Tus oídos oirán detrás de ti estas palabras: "Este es el camino, anden en él," ya sea que vayan a la derecha o a la izquierda. (Isaías 30:21)
Entonces profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro. Las esparcirás como cosa inmunda, y les dirás: "¡Fuera de aquí!"
Y El te dará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el pan del producto de la tierra será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales (praderas). (Isaías 30:23)
También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje con sal, que ha sido aventado con pala y con bieldo. (Isaías 30:24)
Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. (Isaías 30:25)

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Isaías 30:22 - Referencia Cruzada

Los que derrochan el oro de la bolsa Y pesan la plata en la balanza Pagan a un orfebre para que haga un dios de ello, Se postran y lo adoran. (Isaías 46:6)
Y Aarón les respondió: "Quiten los pendientes de oro de las orejas de sus mujeres, de sus hijos y de sus hijas, y tráiganmelos." (Éxodo 32:2)
Entonces él devolvió las 1,100 monedas de plata a su madre, y su madre dijo: "Yo de corazón dedico la plata de mi mano al SEÑOR por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición; ahora, por tanto, yo te las devuelvo." (Jueces 17:3)
Porque en aquel día cada uno repudiará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que les han hecho sus manos pecadoras. (Isaías 31:7)
Y sucederá en aquel día," declara el SEÑOR, "Que exterminaré tus caballos de en medio de ti, También destruiré tus carros. (Miqueas 5:10)
Entonces se acordarán de sus malos caminos y de sus obras que no eran buenas, y se aborrecerán a ustedes mismos por sus iniquidades y por sus abominaciones. (Ezequiel 36:31)
Cuando todo esto había terminado, todos los de Israel que estaban presentes, salieron a las ciudades de Judá, despedazaron los pilares sagrados, cortaron las Aseras. También derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y además en Efraín y Manasés, hasta acabar con todos ellos. Entonces todos los Israelitas volvieron a sus ciudades, cada cual a su posesión. (2 Crónicas 31:1)
Aquel día el hombre arrojará a los topos y a los murciélagos, Sus ídolos de plata y sus ídolos de oro Que se había hecho para adorarlos. (Isaías 2:20)
Efraín, ¿qué tengo Yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; De Mí procede tu fruto. (Oseas 14:8)
Así pues, con esto la iniquidad de Jacob será perdonada, Y éste será todo el fruto del perdón de su pecado: Cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal pulverizadas; Cuando no estén en pie las Aseras y los altares de incienso. (Isaías 27:9)
no come en los santuarios de los montes ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel. No deshonra a la mujer de su prójimo, ni se acerca a una mujer durante su menstruación. (Ezequiel 18:6)
Y sucederá en aquel día," declara el SEÑOR de los ejércitos, "que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados; también Yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu inmundo. (Zacarías 13:2)
Y la bestia fue apresada, junto con el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre. (Apocalipsis 19:20)
Después el rey ordenó que el sumo sacerdote Hilcías y los sacerdotes de segundo orden y los guardianes del umbral, sacaran del templo del SEÑOR todas las vasijas que se habían hecho para Baal, para la Asera (deidad femenina) y para todo el ejército de los cielos, y los quemó fuera de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel (Casa de Dios). (2 Reyes 23:4)
Sion extiende sus manos; No hay quien la consuele. El SEÑOR ha ordenado contra Jacob Que los que lo rodean sean sus adversarios; Jerusalén se ha vuelto cosa inmunda en medio de ellos. (Lamentaciones 1:17)
Porque en el octavo año de su reinado, siendo aún joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año doce empezó a purificar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, de las Aseras, de las imágenes talladas y de las imágenes fundidas. (2 Crónicas 34:3)
En aquel día el hombre tendrá en estima a su Hacedor, Y sus ojos mirarán al Santo de Israel. (Isaías 17:7)