Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tinieblas tales que puedan tocarse." (Éxodo 10:21)
Extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas en toda la tierra de Egipto por tres días. (Éxodo 10:22)
No se veían unos a otros, nadie se levantó de su lugar por tres días, pero todos los Israelitas tenían luz en sus moradas. (Éxodo 10:23)
Entonces llamó Faraón a Moisés y le dijo: "Vayan, sirvan al SEÑOR. Sólo que sus ovejas y sus vacas queden aquí. Aun sus pequeños pueden ir con ustedes."
Pero Moisés contestó: "Tú también tienes que darnos sacrificios y holocaustos para que los sacrifiquemos al SEÑOR nuestro Dios. (Éxodo 10:25)
Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros. Ni una pezuña quedará atrás, porque de ellos tomaremos para servir al SEÑOR nuestro Dios. Nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir al SEÑOR hasta que lleguemos allá." (Éxodo 10:26)
Pero el SEÑOR endureció el corazón de Faraón, y éste no quiso dejarlos ir. (Éxodo 10:27)

Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 10:24":

Claudio Yeme
Obediencia, intercesión y confianza en Dios
El autor habla sobre las armas espirituales que todo creyente tiene a su alcance para luchar en el espíritu y enfatiza la importancia de la obediencia a la palabra de Dios, el poder de la oración de intercesión y la confianza que el creyente puede tener en la palabra de Dios. Utiliza la historia de Moisés y la salida de Israel de Egipto como ejemplo para enseñar 3 verdades.


Mercedes López-Miranda
Hazlo como Moisés y entrega tu vara a Dios
Artículo sobre el llamado de Dios y el servicio a través del ejemplo de Moisés


Éxodo 10:24 - Referencia Cruzada

¿No serán nuestros su ganado y sus propiedades y todos sus animales? Consintamos sólo en esto, y morarán con nosotros." (Génesis 34:23)
Rueguen al SEÑOR, porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios. Los dejaré ir y no se quedarán más aquí." (Éxodo 9:28)
Entonces hicieron volver a Moisés y Aarón ante Faraón, y él les dijo: "Vayan, sirvan al SEÑOR su Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?" (Éxodo 10:8)
El Faraón dijo: "Los dejaré ir para que ofrezcan sacrificio al SEÑOR su Dios en el desierto, sólo que no vayan muy lejos. Oren por mí." (Éxodo 8:28)