Tan pronto como yo salga de la ciudad," le dijo Moisés, "extenderé mis manos al SEÑOR. Los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del SEÑOR.
(Éxodo 9:29)En cuanto a ti y a tus siervos, sé que aún no temen (reverencian) al SEÑOR Dios."
(Éxodo 9:30)Y el lino y la cebada fueron destruidos, pues la cebada estaba en espiga y el lino estaba en flor;
(Éxodo 9:31)pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, por ser tardíos.
Salió Moisés de la ciudad, de la presencia de Faraón, y extendió sus manos al SEÑOR, y los truenos y el granizo cesaron, y no cayó más lluvia sobre la tierra.
(Éxodo 9:33)Pero cuando Faraón vio que la lluvia y el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y endureció su corazón, tanto él como sus siervos.
(Éxodo 9:34)Y se endureció el corazón de Faraón y no dejó ir a los Israelitas, tal como el SEÑOR había dicho por medio de Moisés.
(Éxodo 9:35)Otras publicaciones relacionadas con "Éxodo 9:32":
Éxodo 9:32 - Referencia Cruzada
Extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas en toda la tierra de Egipto por tres días.
(Éxodo 10:22)