Nueva Biblia Latinoamericana
Oigan, cielos, y escucha, tierra, Porque el SEÑOR habla: "Hijos crié y los hice crecer, Pero ellos se han rebelado contra Mí. (Isaías 1:2)
El buey conoce a su dueño Y el asno el pesebre de su amo; Pero Israel no conoce, Mi pueblo no tiene entendimiento." (Isaías 1:3)
¡Ay, nación pecadora, Pueblo cargado de iniquidad, Generación de malvados, Hijos corrompidos! Han abandonado al SEÑOR, Han despreciado al Santo de Israel, Se han apartado de El. (Isaías 1:4)
¿Dónde más serán castigados? ¿Continuarán en rebelión? Toda cabeza está enferma, Y todo corazón desfallecido.
Desde la planta del pie hasta la cabeza No hay nada sano en él, Sino golpes, verdugones y heridas recientes; No han sido curadas, ni vendadas, Ni suavizadas con aceite. (Isaías 1:6)
La tierra de ustedes está desolada, Sus ciudades quemadas por el fuego, Su suelo lo devoran los extraños delante de ustedes, Y es una desolación, como destruida por extraños. (Isaías 1:7)
La hija de Sion ha quedado como cobertizo en una viña, Como choza en un pepinar, como ciudad sitiada. (Isaías 1:8)

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Isaías 1:5 - Referencia Cruzada

Todos ellos son rebeldes obstinados Que andan calumniando. Son de hierro y bronce; Todos ellos están corrompidos. (Jeremías 6:28)
Pero el pueblo no ha vuelto a Aquel que los hirió, No han buscado al SEÑOR de los ejércitos. (Isaías 9:13)
En vano he herido a sus hijos, No han aceptado corrección. La espada de ustedes ha devorado a sus profetas Como león destructor. (Jeremías 2:30)
Los profetas profetizan falsamente, Los sacerdotes gobiernan por su cuenta, Y a Mi pueblo así le gusta. Pero ¿qué harán al final de esto? (Jeremías 5:31)
Y en el tiempo de su angustia este rey Acaz fue aún más infiel al SEÑOR. (2 Crónicas 28:22)
Manasés devora a Efraín, y Efraín a Manasés, Y ambos están contra Judá. Con todo eso, no se ha apartado Su ira, Y aún está Su mano extendida. (Isaías 9:21)
Tus gobernantes son rebeldes Y compañeros de ladrones; Cada uno ama el soborno Y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, Ni llega a ellos la causa de la viuda. (Isaías 1:23)
Tensan su lengua como su arco; La mentira y no la verdad prevalece en la tierra; Porque de mal en mal proceden, Y a Mí no Me conocen," declara el SEÑOR. (Jeremías 9:3)
Oh SEÑOR, nuestra es la vergüenza del rostro, y de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra Ti. (Daniel 9:8)
Vuelvan a Aquél de quien tan profundamente se han apartado, oh hijos de Israel. (Isaías 31:6)
Nuestros reyes, nuestros jefes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no han observado Tu ley Ni han hecho caso a Tus mandamientos ni a Tus amonestaciones con que los amonestabas. (Nehemías 9:34)
En tu inmundicia hay lujuria. Por cuanto Yo quise limpiarte Pero no te dejaste limpiar, No volverás a ser purificada de tu inmundicia, Hasta que Yo haya saciado Mi furor sobre ti. (Ezequiel 24:13)
Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL. (Hebreos 12:5)
Me dirigiré a los grandes Y les hablaré, Porque ellos sí conocen el camino del SEÑOR Y las ordenanzas de su Dios." Pero también todos ellos a una habían quebrado el yugo Y roto las coyundas. (Jeremías 5:5)
Oh, SEÑOR, ¿no buscan Tus ojos la verdad? Tú los heriste, Mas no les dolió; Tú los consumiste, Mas ellos rehusaron recibir corrección. Endurecieron sus rostros más que la roca, Rehusaron arrepentirse. (Jeremías 5:3)
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol. Y al sol se le permitió quemar a los hombres con fuego. (Apocalipsis 16:8)
Ningún habitante dirá: "Estoy enfermo." Al pueblo que allí habita, le será perdonada su iniquidad. (Isaías 33:24)
¡Ay de la rebelde y contaminada, La ciudad opresora! (Sofonías 3:1)