El día cuando tiemblen los guardas de la casa Y los fuertes se encorven, Las que muelen estén ociosas porque son pocas, Y se nublen los que miran por las ventanas.
(Eclesiastés 12:3)Cuando además se cierren las puertas de la calle Por ser bajo el sonido del molino, Y se levante uno al canto del ave, Y todas las hijas del canto sean abatidas;
(Eclesiastés 12:4)Se temerá a la altura y a los terrores en el camino. Cuando florezca el almendro, se arrastre la langosta y la alcaparra pierda su efecto; Porque el hombre va a su morada eterna Mientras los del duelo andan por la calle.
(Eclesiastés 12:5)Acuérdate de El antes que se rompa el hilo de plata, Se quiebre el cuenco de oro, Se rompa el cántaro junto a la fuente, Y se haga pedazos la rueda junto al pozo;
Entonces el polvo volverá a la tierra como lo que era, Y el espíritu volverá a Dios que lo dio.
(Eclesiastés 12:7)Vanidad de vanidades," dice el Predicador, "todo es vanidad."
(Eclesiastés 12:8)El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y reflexionó, investigó y compuso muchos proverbios.
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Eclesiastés 12:6 - Referencia Cruzada
Y me preguntó: "¿Qué ves?" Y respondí: "Veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima;
(Zacarías 4:2)