Nueva Biblia Latinoamericana
A todos les sucede lo mismo: Hay una misma suerte para el justo y para el impío; Para el bueno, para el limpio y para el inmundo; Para el que ofrece sacrificio y para el que no sacrifica. Como el bueno, así es el pecador; Como el que jura, así es el que teme jurar. (Eclesiastés 9:2)
Este mal hay en todo lo que se hace bajo el sol: que hay una misma suerte para todos. Además, el corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y hay locura en su corazón toda su vida. Después se van a los muertos. (Eclesiastés 9:3)
Para cualquiera que está unido con los vivos, hay esperanza; ciertamente un perro vivo es mejor que un león muerto. (Eclesiastés 9:4)
Porque los que viven saben que han de morir, Pero los muertos no saben nada, Ni tienen ya ninguna recompensa, Porque su recuerdo está olvidado.
En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido, Y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol. (Eclesiastés 9:6)
Vete, come tu pan con gozo, Y bebe tu vino con corazón alegre, Porque Dios ya ha aprobado tus obras. (Eclesiastés 9:7)
En todo tiempo sean blancas tus ropas, Y que no falte ungüento sobre tu cabeza. (Eclesiastés 9:8)

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Eclesiastés 9:5 - Referencia Cruzada

Y así como está decretado (establecido) que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, (Hebreos 9:27)
Porque no hay en la muerte memoria de Ti; En el Seol, ¿quién Te da gracias? (Salmos 6:5)
No hay memoria de las cosas primeras Ni tampoco de las postreras que sucederán; No habrá memoria de ellas Entre los que vendrán después. (Eclesiastés 1:11)
El ojo del que me ve no me verá más; Tus ojos estarán sobre mí, pero yo no existiré. (Job 7:8)
¿Harás maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos y Te alabarán? (Selah) (Salmos 88:10)
También he visto a los impíos ser sepultados, los que entraban y salían del lugar santo, y que fueron pronto olvidados en la ciudad en que así habían actuado. También esto es vanidad. (Eclesiastés 8:10)
Los muertos no vivirán, los espíritus no se levantarán, Pues los castigaste y destruiste, Y has borrado todo recuerdo de ellos. (Isaías 26:14)
Alcanzan honra sus hijos, pero él no lo sabe; O son humillados, pero él no lo percibe. (Job 14:21)
Pues sé que a la muerte me llevarás, A la casa de reunión de todos los vivientes. (Job 30:23)
Estén continuamente delante del SEÑOR, Para que El corte de la tierra su memoria; (Salmos 109:15)
Porque no hay memoria duradera del sabio ni del necio, ya que todos serán olvidados en los días venideros. ¡Cómo mueren tanto el sabio como el necio!" (Eclesiastés 2:16)
Mejor es ir a una casa de luto Que ir a una casa de banquete, Porque aquello (la muerte) es el fin de todo hombre, Y al que vive lo hará reflexionar en su corazón. (Eclesiastés 7:2)
Porque Tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conoce, Ni nos reconoce Israel. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, Desde la antigüedad Tu nombre es Nuestro Redentor. (Isaías 63:16)