Nueva Biblia Latinoamericana
He visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 4:4)
El necio se cruza de manos Y devora su propia carne. (Eclesiastés 4:5)
Más vale una mano llena de descanso Que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento. (Eclesiastés 4:6)
Entonces yo me volví y observé la vanidad bajo el sol:
Había un hombre solo, sin sucesor, Que no tenía hijo ni hermano, Sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, Y nunca se preguntó: "¿Para quién trabajo yo Y privo a mi vida del placer?" También esto es vanidad y tarea penosa. (Eclesiastés 4:8)
Más valen dos que uno solo, Pues tienen mejor pago por su trabajo. (Eclesiastés 4:9)
Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; Pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! (Eclesiastés 4:10)

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Artículo sobre la importancia de mantenerse comprometido con el propósito divino y no conformarse con la mediocridad. author: Milagros García Klibansky, title: Excelencia perdida, summary: El artículo habla sobre un hombre que siempre se esforzó por ser el mejor en todo, pero cuando decidió seguir a Cristo, no pudo hacerlo y se convirtió en un cristiano mediocre. El autor señala que muchas personas basan su vida en ser excelentes en el estudio o en otras áreas, pero se convierten en mediocres en cuanto al evangelio se trata. El autor advierte sobre las consecuencias de la pereza y anima a levantar las manos caídas y las rodillas paralizadas para cumplir el propósito divino en nuestras vidas.


Eclesiastés 4:7 - Referencia Cruzada

El, pues, hizo terminar sus días en vanidad, Y sus años en terror súbito. (Salmos 78:33)
¿Acaso no alcanzaron a sus padres Mis palabras y Mis estatutos que Yo ordené a Mis siervos los profetas? Por eso se arrepintieron y dijeron: 'Como el SEÑOR de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros.'"'" (Zacarías 1:6)
Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y vi las lágrimas de los oprimidos, Y no tenían quien los consolara; En mano de sus opresores estaba el poder, Y no tenían quien los consolara. (Eclesiastés 4:1)