Cuando pasa el torbellino, ya no existe el impío, Pero el justo tiene cimiento eterno.
(Proverbios 10:25)
Como el vinagre a los dientes y el humo a los ojos, Así es el perezoso para quienes lo envían.
(Proverbios 10:26)
El temor del (La reverencia al) SEÑOR multiplica los días, Pero los años de los impíos serán acortados.
(Proverbios 10:27)
La esperanza de los justos es alegría, Pero la expectación de los impíos perecerá.
Fortaleza para el íntegro es el camino del SEÑOR, Pero ruina para los que obran iniquidad.
(Proverbios 10:29)
El justo nunca será conmovido, Pero los impíos no habitarán en la tierra.
(Proverbios 10:30)
De la boca del justo brota sabiduría, Pero la lengua perversa será cortada.
(Proverbios 10:31)
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Proverbios 10:28 - Referencia Cruzada
En el Hades (la región de los muertos) el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno.
(Lucas 16:23)
Pero los ojos de los malvados languidecerán, Y no habrá escape para ellos; Su esperanza es dar su último suspiro."
(Job 11:20)
Y el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
(Romanos 15:13)
Así son las sendas de todos los que se olvidan de Dios. Así perecerá la esperanza del impío,
(Job 8:13)
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; También mi carne morará segura,
(Salmos 16:9)
El impío es derribado por su maldad, Pero el justo tiene un refugio cuando muere.
(Proverbios 14:32)
Con Tu consejo me guiarás, Y después me recibirás en gloria.
(Salmos 73:24)
por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
(Romanos 5:2)
gozándose en la esperanza, perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración,
(Romanos 12:12)
Cuando muere el hombre impío, su esperanza se acaba, Y la expectación de los poderosos perece.
(Proverbios 11:7)
Lo verá el impío y se irritará; Rechinará los dientes y se consumirá; El deseo de los impíos perecerá.
(Salmos 112:10)
Y que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia,
(2 Tesalonicenses 2:16)