Nueva Biblia Latinoamericana
Alaben ellos el nombre del SEÑOR, Pues El ordenó y fueron creados; (Salmos 148:5)
Los estableció eternamente y para siempre, Les dio ley que no pasará. (Salmos 148:6)
Alaben al SEÑOR desde la tierra, Monstruos marinos y todos los abismos; (Salmos 148:7)
Fuego y granizo, nieve y bruma; Viento tempestuoso que cumple Su palabra;
Los montes y todas las colinas; árboles frutales y todos los cedros; (Salmos 148:9)
Las fieras y todo el ganado; Reptiles y aves que vuelan; (Salmos 148:10)
Reyes de la tierra y todos los pueblos; Príncipes y todos los jueces de la tierra; (Salmos 148:11)

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Salmos 148:8 - Referencia Cruzada

Esto me mostró el Señor DIOS: El Señor DIOS llamaba para juzgarlos con fuego, y consumió el gran abismo y empezó a consumir el campo. (Amós 7:4)
Moisés extendió su mano sobre el mar, y el SEÑOR, por medio de un fuerte viento del este que sopló toda la noche, hizo que el mar se retirara, y cambió el mar en tierra seca. Así quedaron divididas las aguas. (Éxodo 14:21)
Por el fulgor de Su presencia se desvanecieron Sus densas nubes En granizo y carbones encendidos. (Salmos 18:12)
Y de la presencia del SEÑOR salió fuego que los consumió, y murieron delante del SEÑOR. (Levítico 10:2)
Pero el SEÑOR desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse. (Jonás 1:4)
Entonces el SEÑOR hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, de parte del SEÑOR desde los cielos. (Génesis 19:24)
Pues el que forma los montes, crea el viento Y declara al hombre cuáles son Sus pensamientos, El que del alba hace tinieblas Y camina sobre las alturas de la tierra: El SEÑOR, Dios de los ejércitos, es Su nombre. (Amós 4:13)
Y el SEÑOR cambió el viento a un viento occidental muy fuerte que se llevó las langostas y las arrojó al Mar Rojo. Ni una langosta quedó en todo el territorio de Egipto. (Éxodo 10:19)
Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso Que encrespó las olas del mar. (Salmos 107:25)
Salió también fuego del SEÑOR y consumió a los 250 hombres que ofrecían el incienso. (Números 16:35)
Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar de Galilea, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido. (Mateo 8:24)
Enormes granizos, como de 45 kilos cada uno, cayeron sobre los hombres. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esa plaga fue sumamente grande. (Apocalipsis 16:21)
Mientras huían delante de Israel, cuando estaban en la bajada de Bet Horón, el SEÑOR arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca y murieron. Y fueron más los que murieron por las piedras del granizo que los que mataron a espada los Israelitas. (Josué 10:11)
Escuchen atentamente el estruendo de Su voz, Y el rugido que sale de Su boca. (Job 37:2)
Bendigan al SEÑOR, ustedes Sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutan Su mandato, Obedeciendo la voz de Su palabra. (Salmos 103:20)
Moisés extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR hizo soplar un viento del oriente sobre el país todo aquel día y toda aquella noche. Y al venir la mañana, el viento del oriente trajo las langostas. (Éxodo 10:13)
Envía Sus órdenes a la tierra; Su palabra corre velozmente. (Salmos 147:15)
Porque el SEÑOR juzgará con fuego Y con Su espada a toda carne (todo ser humano), Y serán muchos los muertos por el SEÑOR. (Isaías 66:16)
Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el SEÑOR envió truenos y granizo, y cayó fuego sobre la tierra. El SEÑOR hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. (Éxodo 9:23)
¿Has entrado en los depósitos de la nieve, O has visto los depósitos del granizo, (Job 38:22)
Haré prodigios en el cielo y en la tierra: Sangre, fuego y columnas de humo. (Joel 2:30)
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol. Y al sol se le permitió quemar a los hombres con fuego. (Apocalipsis 16:8)