Nueva Biblia Latinoamericana
¡Así sea el SEÑOR con ustedes," les dijo Faraón, "si los dejo ir a ustedes y a sus pequeños! Tengan cuidado porque tienen malas intenciones. (Éxodo 10:10)
No será así. Vayan ahora sólo ustedes los hombres, y sirvan al SEÑOR, porque eso es lo que han pedido." Y los echaron de la presencia de Faraón. (Éxodo 10:11)
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, para traer la langosta, a fin de que suba sobre la tierra de Egipto y devore toda planta de la tierra, todo lo que el granizo ha dejado." (Éxodo 10:12)
Moisés extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR hizo soplar un viento del oriente sobre el país todo aquel día y toda aquella noche. Y al venir la mañana, el viento del oriente trajo las langostas.
Subieron las langostas sobre toda la tierra de Egipto y se asentaron en todo el territorio de Egipto. Eran muy numerosas. Nunca había habido tantas langostas como entonces, ni las habría después. (Éxodo 10:14)
Porque cubrieron la superficie de toda la tierra, y la tierra se oscureció. Se comieron toda planta de la tierra y todo el fruto de los árboles que el granizo había dejado. Así que nada verde quedó en árbol o planta del campo por toda la tierra de Egipto. (Éxodo 10:15)
Entonces Faraón llamó apresuradamente a Moisés y a Aarón, y dijo: "He pecado contra el SEÑOR su Dios y contra ustedes. (Éxodo 10:16)

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Éxodo 10:13 - Referencia Cruzada

Pero el SEÑOR desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse. (Jonás 1:4)
Y sucedió que al salir el sol, Dios dispuso un sofocante viento del este, y el sol hirió la cabeza de Jonás, así que él desfallecía, y con toda su alma deseaba morir, y decía: "Mejor me es la muerte que la vida." (Jonás 4:8)
Moisés extendió su mano sobre el mar, y el SEÑOR, por medio de un fuerte viento del este que sopló toda la noche, hizo que el mar se retirara, y cambió el mar en tierra seca. Así quedaron divididas las aguas. (Éxodo 14:21)
Hizo soplar en el cielo el viento del este, Y con Su poder dirigió el viento del este, (Salmos 78:26)
Fuego y granizo, nieve y bruma; Viento tempestuoso que cumple Su palabra; (Salmos 148:8)
El habló, y vinieron langostas, Y orugas sin número; (Salmos 105:34)
Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso Que encrespó las olas del mar. (Salmos 107:25)
y que siete espigas, menudas y quemadas por el viento del este, brotaron después de aquéllas. (Génesis 41:6)
Los hombres se maravillaron, y decían: "¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar Lo obedecen?" (Mateo 8:27)