Alabaré al SEÑOR mientras yo viva; Cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
(Salmos 146:2)
No confíen ustedes en príncipes, Ni en hijo de hombre en quien no hay salvación.
(Salmos 146:3)
Su espíritu exhala, él vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.
(Salmos 146:4)
Bienaventurado aquél cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios,
Que hizo los cielos y la tierra, El mar y todo lo que en ellos hay; Que guarda la verdad para siempre;
(Salmos 146:6)
Que hace justicia a los oprimidos, Y da pan a los hambrientos. El SEÑOR pone en libertad a los cautivos.
(Salmos 146:7)
El SEÑOR abre los ojos a los ciegos, El SEÑOR levanta a los caídos, El SEÑOR ama a los justos.
(Salmos 146:8)
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Salmos 146:5 - Referencia Cruzada
El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; Nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah)
(Salmos 46:7)
Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba.
(Génesis 32:24)
Por medio de El son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios.
(1 Pedro 1:21)
Así dirán a José: "Te ruego que perdones la maldad de tus hermanos y su pecado, porque ellos te trataron mal."' Y ahora, te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre." Y José lloró cuando le hablaron.
(Génesis 50:17)
Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, Cuya confianza es el SEÑOR.
(Jeremías 17:7)
¡Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob! (Selah)
(Salmos 84:8)
Y ahora, Señor, ¿qué espero? En Ti está mi esperanza.
(Salmos 39:7)
Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, El pueblo que El ha escogido como Su herencia.
(Salmos 33:12)
Bienaventurado el pueblo a quien así le sucede; Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR.
(Salmos 144:15)
El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; Nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah)
(Salmos 46:11)
Porque Tú eres mi esperanza; Oh Señor DIOS, Tú eres mi confianza desde mi juventud.
(Salmos 71:5)
Oh SEÑOR de los ejércitos, ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Ti confía!
(Salmos 84:12)
Y añadió: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob." Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque tenía temor de mirar a Dios.
(Éxodo 3:6)
Dichoso tú, Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvado por el SEÑOR? El es escudo de tu ayuda, Y espada de tu gloria. Tus enemigos simularán someterse ante ti, Y tú pisotearás sus lugares altos."
(Deuteronomio 33:29)