Nueva Biblia Latinoamericana
Haz resplandecer Tu rostro sobre tu siervo, Y enséñame Tus estatutos. (Salmos 119:135)
Ríos de lágrimas vierten mis ojos, Porque ellos no guardan Tu ley. (Salmos 119:136)
Tsade. Justo eres Tú, SEÑOR, Y rectos Tus juicios. (Salmos 119:137)
Has ordenado Tus testimonios con justicia, Y con suma fidelidad.
Mi celo me ha consumido, Porque mis adversarios han olvidado Tus palabras. (Salmos 119:139)
Es muy pura Tu palabra, Y Tu siervo la ama. (Salmos 119:140)
Pequeño soy, y despreciado, Pero no me olvido de Tus preceptos. (Salmos 119:141)

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Salmos 119:138 - Referencia Cruzada

Todos Tus mandamientos son fieles; Con mentira me han perseguido; ¡ayúdame! (Salmos 119:86)
Tus testimonios son justos para siempre; Dame entendimiento para que yo viva. (Salmos 119:144)
Estos son los testimonios, los estatutos y las ordenanzas que Moisés dio a los Israelitas cuando salieron de Egipto, (Deuteronomio 4:45)
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)
¿O qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de ustedes? (Deuteronomio 4:8)