Nueva Biblia Latinoamericana
Enséñame buen juicio y conocimiento, Pues creo en Tus mandamientos. (Salmos 119:66)
Antes que fuera afligido, yo me descarrié, Pero ahora guardo Tu palabra. (Salmos 119:67)
Bueno eres Tú, y bienhechor; Enséñame Tus estatutos. (Salmos 119:68)
Los soberbios han forjado mentira contra mí, Pero de todo corazón guardaré Tus preceptos.
Su corazón está cubierto de grasa, Pero yo me deleito en Tu ley. (Salmos 119:70)
Bueno es para mí ser afligido, Para que aprenda Tus estatutos. (Salmos 119:71)
Mejor es para mí la ley de Tu boca Que millares de monedas de oro y de plata. (Salmos 119:72)

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Salmos 119:69 - Referencia Cruzada

Los soberbios me insultaron en gran manera, Sin embargo, no me he apartado de Tu ley. (Salmos 119:51)
Porque contra mí han abierto su boca impía y engañosa; Con lengua mentirosa han hablado contra mí. (Salmos 109:2)
Pues hemos descubierto que este hombre es verdaderamente una plaga, y que provoca disensiones entre todos los Judíos por el mundo entero, y es líder de la secta de los Nazarenos. (Hechos 24:5)
Y los principales sacerdotes y todo el Concilio (Sanedrín) procuraban obtener falso testimonio contra El, con el fin de dar muerte a Jesús, (Mateo 26:59)
Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Carea, y todos los hombres arrogantes dijeron a Jeremías: "Es mentira lo que dices. El SEÑOR nuestro Dios no te ha enviado a decir: 'No deben entrar en Egipto para residir allí'; (Jeremías 43:2)
siendo hombre de doble ánimo (que duda), inestable en todos sus caminos. (Santiago 1:8)
Dame entendimiento para que guarde Tu ley Y la cumpla de todo corazón. (Salmos 119:34)
Porque ustedes son forjadores de mentiras; Todos ustedes son médicos inútiles. (Job 13:4)
Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. (Mateo 5:11)
Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24)
Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, Pero yo no me aparto de Tus testimonios. (Salmos 119:157)
Se levantan testigos malvados, Y de lo que no sé me preguntan. (Salmos 35:11)
Supliqué Tu favor con todo mi corazón; Ten piedad de mí conforme a Tu promesa. (Salmos 119:58)
Ni tampoco pueden probar de lo que ahora me acusan. (Hechos 24:13)