Nueva Biblia Latinoamericana
Mis días son como sombra que se alarga; Y yo me seco como la hierba. (Salmos 102:11)
Pero Tú, SEÑOR, permaneces para siempre, Y Tu nombre por todas las generaciones. (Salmos 102:12)
Te levantarás y tendrás compasión de Sion, Porque es tiempo de apiadarse de ella, Pues ha llegado la hora. (Salmos 102:13)
Ciertamente Tus siervos se deleitan en sus piedras, Y se apiadan de su polvo.
Las naciones temerán el nombre del SEÑOR, Y todos los reyes de la tierra, Su gloria. (Salmos 102:15)
Porque el SEÑOR ha edificado a Sion, Y se ha manifestado en Su gloria. (Salmos 102:16)
Ha considerado la oración de los menesterosos, Y no ha despreciado su plegaria. (Salmos 102:17)

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Salmos 102:14 - Referencia Cruzada

Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. (Nehemías 4:6)
Salmo de Asaf. Oh Dios, las naciones han invadido Tu heredad; Han profanado Tu santo templo; Han dejado a Jerusalén en ruinas. (Salmos 79:1)
Pues han devorado a Jacob Y han asolado su morada. (Salmos 79:7)
Entonces les dije: "Ustedes ven la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Vengan, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que no seamos más motivo de burla." (Nehemías 2:17)
habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: "¿Qué hacen estos débiles Judíos? ¿La restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?" (Nehemías 4:2)
Pero se decía en Judá: "Desfallecen las fuerzas de los cargadores, Y queda mucho escombro; Nosotros no podemos Reedificar la muralla." (Nehemías 4:10)
y le dije al rey: "Viva para siempre el rey. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro cuando la ciudad, lugar de los sepulcros de mis padres, está desolada y sus puertas han sido consumidas por el fuego?" (Nehemías 2:3)
Cuando llegó el mes séptimo, y ya estando los Israelitas en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén. (Esdras 3:1)
Y me dijeron: "El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad allá en la provincia, están en gran aflicción y oprobio, y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego." (Nehemías 1:3)
Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los Levitas, y todos aquéllos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del SEÑOR que está en Jerusalén. (Esdras 1:5)
Si me olvido de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza. (Salmos 137:5)
Oh Señor, conforme a todos Tus actos de justicia, apártese ahora Tu ira y Tu furor de Tu ciudad, Jerusalén, Tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y Tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean. (Daniel 9:16)
Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros padres, que ha puesto esto en el corazón del rey, para embellecer la casa del SEÑOR que está en Jerusalén, (Esdras 7:27)