El que vive, el que vive es el que Te da gracias, como yo lo hago hoy. El padre cuenta a sus hijos Tu fidelidad.
(Isaías 38:19)El SEÑOR me salvará; Y tocaremos mis canciones en instrumentos de cuerda Todos los días de nuestra vida en la casa del SEÑOR."
(Isaías 38:20)Isaías había dicho: "Que tomen una masa de higos y la pongan en la llaga para que se recupere."
(Isaías 38:21)Entonces Ezequías había preguntado: "¿Cuál será la señal de que subiré a la casa del SEÑOR?"
En aquel tiempo Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque oyó que había estado enfermo y se había recuperado.
(Isaías 39:1)Se alegró por ello Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, todo su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.
(Isaías 39:2)Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le preguntó: "¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?" Y Ezequías respondió: "Han venido a mí de un país lejano, de Babilonia."
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Isaías 38:22 - Referencia Cruzada
El SEÑOR me ha reprendido severamente, Pero no me ha entregado a la muerte.
(Salmos 118:18)Después de esto Jesús lo halló en el templo y le dijo: "Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor."
(Juan 5:14)Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré. ¡Cuán preciosas son Tus moradas, Oh SEÑOR de los ejércitos!
(Salmos 84:1)Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad.
(Salmos 84:10)Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Como el ciervo anhela las corrientes de agua, Así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía.
(Salmos 42:1)Cántico de ascenso gradual; de David. Yo me alegré cuando me dijeron: "Vamos a la casa del SEÑOR."
(Salmos 122:1)Y Ezequías dijo a Isaías: "¿Cuál será la señal de que el SEÑOR me sanará, y de que subiré a la casa del SEÑOR al tercer día?"
(2 Reyes 20:8)