Nueva Biblia Latinoamericana
Con Tu brazo has redimido a Tu pueblo, A los hijos de Jacob y de José. (Selah) (Salmos 77:15)
Las aguas Te vieron, oh Dios, Te vieron las aguas y temieron, Los abismos también se estremecieron. (Salmos 77:16)
Derramaron aguas las nubes, Tronaron los nubarrones, También Tus saetas centellearon por todos lados. (Salmos 77:17)
La voz de Tu trueno estaba en el torbellino, Los relámpagos iluminaron al mundo, La tierra se estremeció y tembló.
En el mar estaba Tu camino, Y Tus sendas en las aguas inmensas, Y no se conocieron Tus huellas. (Salmos 77:19)
Como rebaño guiaste a Tu pueblo Por mano de Moisés y de Aarón. (Salmos 77:20)
Masquil de Asaf. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; Inclinen ustedes su oído a las palabras de mi boca. (Salmos 78:1)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 77:18":

Isaías Rivera
¿De dónde viene mi socorro?
Reflexión sobre la confianza en Dios en momentos difíciles a través del pasaje de Isaías 40:25-31. author: Isaías Rivera, title: ¿De dónde viene mi socorro?, summary: El pasaje de Isaías 40:25-31 habla sobre la duda y la pregunta de dónde está Dios cuando las cosas no van bien en nuestras vidas. Isaías les recuerda al pueblo judío que Dios es el Dios eterno y que su poder es insondable. Debemos confiar en el Señor y esperar en Él, ya que si creemos en Él, Él renovará nuestras fuerzas y nos permitirá volar como las águilas. No estamos solos, el Dios eterno está con nosotros.


Dr. Roberto Miranda
En Dios hay solución siempre
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre la fidelidad de Dios y su deseo de bendecir nuestras vidas, incluso si hemos fallado en el pasado, basándose en el libro de Isaías. El autor destaca la importancia de confiar en Dios y poner nuestra mirada en Él en todo momento.


Salmos 77:18 - Referencia Cruzada

Voz del SEÑOR sobre las aguas. El Dios de gloria truena, El SEÑOR está sobre las muchas aguas. (Salmos 29:3)
A Tu reprensión huyeron, Al sonido de Tu trueno se precipitaron. (Salmos 104:7)
Sus relámpagos iluminaron el mundo; La tierra vio y se estremeció. (Salmos 97:4)
El templo de Dios que está en el cielo fue abierto; y el arca de Su pacto se veía en Su templo, y hubo relámpagos, voces (ruidos) y truenos, y un terremoto y una fuerte granizada. (Apocalipsis 11:19)
Entonces la tierra se estremeció y tembló, Los cimientos de los cielos temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó. (2 Samuel 22:8)
Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. (Mateo 28:2)
Vi un gran trono blanco y a Aquél que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. (Apocalipsis 20:11)
Todo el Monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia. (Éxodo 19:18)
Tronó el SEÑOR desde los cielos, Y el Altísimo dio Su voz. (2 Samuel 22:14)
En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y la tierra tembló y las rocas se partieron; (Mateo 27:51)
SEÑOR, cuando saliste de Seir, Cuando marchaste del campo de Edom, La tierra tembló, también cayeron gotas del cielo, Y las nubes destilaron agua. (Jueces 5:4)
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria. (Apocalipsis 18:1)
Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que estaba en el campamento. (Éxodo 19:16)
Ante esto, también tiembla mi corazón, Y salta de su lugar. (Job 37:1)
Su resplandor es como la luz; Tiene rayos que salen de Su mano, Y allí se oculta Su poder. (Habacuc 3:4)
Entonces la tierra se estremeció y tembló; Los cimientos de los montes temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó. (Salmos 18:7)